El consejero de Cultura y Deportes, junto al regidor de Galapagar (Foto: M. T.)
Redacción | Miércoles 22 de octubre de 2014
Hace un año, el consejero de Deporte y Cultura, Santiago Fisas, anunció que la Comunidad de Madrid asumiría el coste del cerramiento del velódromo municipal de Galapagar. Y esta misma semana, en una visita que realizó el martes a estas instalaciones, ese compromiso se selló con la firma de un acuerdo con el alcalde de esta localidad, José Tomás Román, quien definió el proyecto como “espectacular”. La aportación de la Administración regional será de 3,6 millones de euros, cantidad que se invertirá en cubrir los 8.000 metros cuadrados del velódromo, en una obra que recordará de alguna manera a las grandes instalaciones del siglo XIX, con gran protagonismo de la luz, tal como señaló en la rueda de prensa el arquitecto, Álvaro del Río.
Como muestra de las dimensiones de la actuación, éste indicó que se emplearían unas 600 toneladas de acero para crear los nuevos arcos de la cubierta del velódromo. El presidente de la Federación Madrileña de Ciclismo, Carlos Castaño, señaló que de esta manera se ampliarán en buena medida las posibilidades de uso de las instalaciones, en donde se instalará un centro de tecnificación y que también podría convertirse en sede de la propia Federación, además de albergar entrenamientos de la selección española de ciclismo en pista.
Fisas destacó la importancia de este proyecto, que enmarcó dentro de otras actuaciones en materia deportiva en Galapagar, como la construcción de pistas de pádel y tenis y los nuevos campos de fútbol -se va a crear uno más de césped artificial-, de modo que, según explicó el consejero, “Galapagar va a tener un conjunto deportivo que muy pocos municipios de la Comunidad de Madrid y de España van a tener”.
Nuevas posibilidades
Cuando se planteó la posibilidad de cubrir el velódromo, uno de los usos sobre los que se habló fue el de plaza de toros, aunque acerca de este tema nada se dijo en la rueda de prensa celebrada el pasado martes. Quizá el mayor problema en este sentido es que las instalaciones serán gestionadas por la Federación Madrileña de Ciclismo, que tendrá que firmar luego un acuerdo con el Ayuntamiento para que éste pueda utilizar el velódromo cuando sea necesario -como en el caso del Festival Internacional de Jazz-, siempre que esté disponible.