Toros

Feria de Invierno: Leandro corta una oreja y Javier Cortés convence en Vistalegre

MUY POCO PÚBLICO EN LA PRIMERA PARTE DEL CICLO, EN LA QUE JESULÍN SE CAYÓ DEL CARTEL

El Faro | Miércoles 22 de octubre de 2014
En Vistalegre se anunció a bombo y platillo la reaparición de Jesulín de Ubrique, que al final no se concretó. El público dio la espalda al cartel de los toreros mediáticos. El espada mandó un parte médico aquejado de un traumatismo en una mano. Entre bastidores se rumoreó que rehuyó ante la ruina de taquilla y la posible bajada de su caché en futuras actuaciones como consecuencia de la floja respuesta del público.


Al final fue sustituido por Leandro, torero artista con el motor en tres tiempos que anda subiendo escalones y apuntando cositas.

Cuando el sábado sonó el toque de clarín en el coso carabanchelero era desolador ver el escaso público que había. Dicen que abrieron las puertas para que por la televisión se viera bulto y maquillar el desaguisado. El domingo regalaron entradas a mansalva. Lo que no interesa, no interesa.

Esta primera feria de invierno en Vistalegre, emprendida por Taurodelta, merece ser apoyada, pero se han producido los errores que suele haber en todos los nuevos inventos. El alto precio de las entradas es uno. Y también está la falta de interés del público por estos toreros; muy apreciados en otro circuito, pero Madrid no los quiere ver. El futuro de esta feria debe pasar por carteles muy fuertes, con figuras y todos juntos, no salpicados en varios fines de semana. El público ha fallado, y eso que el nivel de presentación del toro ha subido dos puntos de lo que salía en Vistalegre.

Leandro apunta cosas
Con Rivera y El Cordobés el cartel era para echarse a temblar y verlo desde casa calentito. Menos mal que, al final, Leandro dio argumentos a una tarde que se iba al garete. La corrida de Algarra tuvo cuajo, desigualdad también, pero bien estuvo presentada.

El de Valladolid se llevó, como le ocurrió en Valdemorillo, un lote como para sumar varias orejas. Toreó con sabor y donaire, pero sus faenas pecaron de incompletas.

A su primero, un ejemplar bueno, le toreó bien de capa y con suma facilidad. Tras un buen comienzo de faena, se gustó, toreó muy expresivo y dibujó pases que fueron verdaderos carteles. Pero se mira demasiado en el espejo y olvida que al toro hay que engancharle y llevarle embarcado en la muleta. Cuando lo consiga, va a ser otra película. Fue una faena con una tanda de naturales de elegante trazo y un final de detalles; precioso e inspirado por bajo, donde los olés se corearon con mucha fuerza porque Leandro pone sentimiento a lo que hace. Una estocada hasta las cintas y un descabello le valieron el trofeo.

El sexto se movió con fuerza y el pucelano cuajó una primera parte de la faena muy intensa y ligada. El toro, que tuvo más raza que sus hermanos, se puso más geniudo y el torero se descompuso y no estuvo a gusto. Apuntó, pero no acabó de rematar.

Era un toro a contraestilo suyo, pero bombones como su primero no salen todos los días y hay que aplicar la técnica y la cabeza para disparar.

Tras unas manoletinas finales volvió a encasquillársele la espada. El problema es que se sale de la suerte, y así va a ser complicado que mate los toros. Habrá que seguirle. Tiene personalidad, pero esperemos que los tres tiempos de su motor no acaben gripándose cuando toree más seguido.

Mal ‘El Cordobés’
El Cordobés es un tipo simpático y que cae bien, pero sus limitaciones toreras son evidentes. Le tocó uno de los buenos animales de la tarde, el cuarto, que embistió y repitió con mucha fijeza.

Empezó la faena de rodillas para calentar el cotarro. Luego el trasteo siguió al ritmo de la música dance, porque más rápido y eléctrico es difícil torear. Hasta para dar mantazos hay que templar al toro y mandar en las embestidas. Terminó con ranazos y pases a tutiplén. Falló con la espada varias veces; sin consuelo.

Rivera Ordóñez debe agradecer a su cuadrilla cómo hicieron los lotes. Los dos toros más feos, cortitos de cuello y bastos se los llevo juntos. El mayor de los Rivera consiguió los momentos de mayor calado banderilleando a su segundo. Perfilero y tapado detrás de la mata no convence.

Lo mejor que hizo, las dos ovaciones que recogió desde el tercio.

Llegan las figuras

Tras la escasa respuesta de público que ha tenido la primera parte de esta primera Feria de Invierno en Vistalegre, las previsiones indican que este fin de semana la plaza se llene e incluso el domingo se pueda colgar el ansiado cartel de No hay billetes. La verdad es que son dos carteles espectaculares, con seis figuras de postín a las que en este comienzo de temporada apetece ver. Mañana, sábado 27 de febrero, se anuncian Julián López El Juli, José María Manzanares (ambos vienen con mucha fuerza de triunfar en América) y Miguel Ángel Perera. Los toros son de la vacada de Garcigrande. Y el domingo, la presencia de Morante de la Puebla es todo un atractivo, junto a Cayetano Rivera Ordóñez y Alejandro Talavante. En este caso, con toros de Núñez del Cubillo, de antemano una garantía.