Toros

Miguel ‘Fino’, un galapagueño con un auténtico museo

‘Fino’, entre los numerosos recuerdos que guarda con cariño

TIENE EN GALAPAGAR UN TROCITO DEL NACIMIENTO DE JOSÉ TOMÁS Y VICTORINO MARTÍN

ALFREDO FERNÁNDEZ | Miércoles 22 de octubre de 2014
Miguel de Castro, más conocido por todos como Fino, es un gran e incombustible aficionado. En su pueblo, Galapagar, posee una magnifica exposición de recuerdos taurinos.

Nada más entrar a su particular museo no faltan las grandes figuras del toreo, del ayer y del presente. Fino, que tiene una desmedida afición, lleva desde los 16 años recopilando fotos y carteles, y camino de los 60 la viva historia del toreo se agolpa en las paredes de este rinconcito taurino galapagueño. En él, cuelgan varias cabezas de toros con un marcado significado: un toro de Victorino Martín, lidiado en la corrida con la que el mítico criador de reses bravas debutó en la Maestranza de Sevilla; otro de Adolfo Martín, que fue lidiado en Colmenar Viejo en un festejo que supuso el lanzamiento a la élite del otro importante ganadero del municipio. No podía faltar tampoco un colorado de Alcurrucén, lidiado por su torero del alma, José Tomás, en la plaza de Las Ventas antes de anunciar su retirada temporal de los ruedos.

El sensible corazón de aficionado de Miguel está casi dividido en dos. Son sus favoritos, aunque hay espacio para más. Por un lado, Victorino Martín, y por otro, la gran figura del toreo moderno, José Tomás. Mientras muestra una instantánea que evoca el nacimiento del que hoy es torero de culto y leyenda en aquel ya lejano 1992, cuando por vez primera se vistió de luces en Valdemorillo.

La historia de la ganadería también está muy presente y se puede ver cómo ha cambiado este peculiar tipo de toro a lo largo de los últimos 40 años. Ha viajado por todas las plazas importantes de España y Francia disfrutando del toreo de José Tomás o de la bravura de los toros de la “A “ coronada. No se pierde una feria.
“Pero el toreo es mucho más. También me gusta seguir las corridas de Adolfo, y muchos diestros: Castella, Perera, Ponce, Manzanares, cada uno tiene su estilo y hay que respetar a todos. El abanico actual de grandes toreros es largo”, comenta con toda la razón este ejemplar aficionado.

Otra de sus debilidades es Frascuelo, y no faltan los elogios para este añejo torero. “No ha tenido suerte, pero es una gran persona y un gran torero que me ha hecho disfrutar mucho”:
La temporada está en ciernes. En la hoja de ruta de Miguel de Castro ya están señalados los viajes para ver a Victorino. “He estado en el campo y tiene una camada muy bonita y va a embestir, pero no miente cuando anuncia con lo de no venir a Las Ventas porque los toros no tienen cara...”. Y es que Fino está muy ligado a la familia Martín desde sus inicios y son continuos sus viajes a la finca del popular paleto, además de ostentar el cargo de presidente de la peña de la localidad a la que da nombre el ganadero.

En breve, De Castro estará en Castellón viendo a los victorinos y en Valencia disfrutando con los adolfos, pero tampoco faltará a las citas de José Tomás. “Qué voy a decir de él... se pone en un sitio donde no se pone nadie. Voy mucho a verle e incluso fui a México para su alternativa”.

Fino es todo un ejemplo de amor por la Fiesta para futuras generaciones de aficionados, porque apasionados como él son los que dan argumentos a este espectáculo que cuanta con público de aluvión y cada vez con menos aficionados de buqué como él.