La M-600 presenta una elevada densidad de tráfico, con complicaciones especialmente en los accesos a las urbanizaciones
ALGUNOS PROPIETARIOS HICIERON PÚBLICAS SUS QUEJAS POR EL IMPACTO VISUAL DE LA ACTUACIÓN
ENRIQUE PEÑAS | Miércoles 22 de octubre de 2014
La remodelación de la M-600, y en concreto de los accesos a las urbanizaciones Felipe II y La Pizarra, se está convirtiendo en un interminable culebrón en el que se suceden los anteproyectos, proyectos, estudios, denuncias medioambientales, críticas de la oposición, hartazgo del Equipo de Gobierno, quejas de los vecinos, una creciente densidad del tráfico y, por desgracia, también un reguero de accidentes que convierten a esta carretera en una de las más conflictivas de la zona.
El último episodio tiene que ver con el enésimo cambio en el proyecto que ejecutará la Dirección General de Carreteras de la Comunidad de Madrid, que se presentará de forma definitiva en los próximos días. Precisamente esta semana, el presidente de la Mancomunidad de Propietarios del Residencial Felipe II, Gabriel Pereira, remitía una carta a la Redacción de El Faro del Guadarrama en la que se pedía que se continuase “con toda la tramitación necesaria para que las obras en la M-600 puedan comenzar en el primer semestre de 2010 sin más dilación y quede resuelto el problema de acceso que tenemos en la actualidad y que venimos padeciendo desde hace muchos años, jugándonos la vida cada vez que queremos ir a nuestras casas”.
Todo ello después de que la urbanización La Pizarra haya decidido solicitar la anulación del proyecto que en su momento se consensuó con la Dirección General de Carreteras y el propio Consistorio y que incluía la creación de carriles de aceleración y desaceleración a distinto nivel. En su lugar reclamaban la construcción de una rotonda, en línea con las tesis defendidas tanto por el PSOE como por algunos colectivos ecologistas.
En este sentido, Pereira recuerda que en octubre de 2009 se presentó por fin “un proyecto de reordenación de la carretera M-600, que tras ser estudiado minuciosamente se aprobó por parte de los representantes de ambas urbanizaciones, comprometiéndose tanto la Comunidad de Madrid como el Ayuntamiento a mantener reuniones con los propietarios de los terrenos colindantes que iban a verse afectados por las obras para intentar llegar a un acuerdo y evitar tener que realizar expropiaciones y que las obras pudiesen comenzar en el primer semestre de 2010”.
Impacto visual
Sin embargo, en la asamblea general de La Pizarra, celebrada el pasado mes de diciembre, algunos vecinos mostraron sus quejas por el impacto visual que tendría el proyecto sobre sus viviendas, puesto que se preveía la instalación de pantallas acústicas con una altura aproximada de cuatro metros, protesta a la que luego se sumaron otros propietarios, tal como ya informamos en su momento. Finalmente, esta urbanización sanlorentina decidió desmarcarse del proyecto, que se quedaba así en el aire, abriéndose una nueva incógnita sobre la demandada mejora de esta carretera.
El concejal de Urbanismo de San Lorenzo de El Escorial, Gonzalo Cuesta, explicaba esta semana que la actuación “se consensuó con los presidentes, y así está firmado, pero La Pizarra se ha echado para atrás”. Como consecuencia, indicó, la Dirección General de Carreteras “ha decidido tirar por la calle del medio”, planteando “una solución alternativa”, distinta tanto a la primera propuesta como al acuerdo que se alcanzó en octubre del pasado año. “Lo prioritario para ellos es solucionar el problema de acceso a las urbanizaciones”, señaló, si bien añadió que con este proyecto “no se resuelve al 100 por 100 el tema de la seguridad”.
La solución sería similar a la que ya se ejecutó en los accesos a Pinosol (El Escorial), otra de las urbanizaciones de la M-600, con la creación de un tercer carril que se abre en la franja central, regulando la circulación con un stop. “No tiene complicaciones de ningún tipo, ni desde el punto medioambiental, ni de impacto visual”, manifestó el edil, destacando que esta propuesta al menos solventa parte de los problemas actuales que se padecen en este tramo de la vía.
Por su parte, el presidente de la Mancomunidad de Propietarios de Felipe II mostró su desacuerdo con la anulación del proyecto anterior, además de su malestar por el cambio sin que éste haya sido consensuado. “Estamos en una situación delicada”, subrayó. En este sentido, el responsable de Urbanismo y Comunicación de San Lorenzo aseguró que el alcalde, José Luis Fernández Quejo (PP), ya se había puesto en contacto este martes con el propio Gabriel Pereira para explicarle la actuación que se llevaría a cabo. Igualmente, destacó que el residencial Felipe II ha mantenido durante este tiempo “una postura de absoluta coherencia”.
Así las cosas, la Comunidad de Madrid presentará en breve el proyecto que debería ser definitivo, con el objetivo de que las obras puedan comenzar cuanto antes.