(III).- LOS ACONTECERES MÁS IMPORTANTES DE UNA DÉCADA DE GOBIERNO SOCIALISTA (1999-2009)
El Faro | Miércoles 22 de octubre de 2014
El Diario del Noroeste (julio de 2.000), bajo el título “El edil de Villalba y el alcalde de Zalamea”, publicaba una carta abierta al regidor, José Pablo González, firmada por Emilio Eiranova, que hoy reproducimos por el interés que pueda tener la misma para nuestros lectores, sobre todo a la hora de contrastar cómo este primer edil gustaba de tomar decisiones por decreto sin importarle en absoluto el perjuicio que pudiera ocasionar a sus representados.
“¿Será la inexperiencia? ¿Será la falta de prudencia política? ¿Será que ya no se sabe qué es el socialismo? ¿Será que el cuarto centenario del nacimiento de Calderón ha hecho que nuestro edil se empache de su teatro? No sabemos cuál puede ser la razón, pero lo cierto es que el joven alcalde socialista de Collado Villalba se ha lanzado con su ‘política’ al monte de las ‘sin razones’. Al edil socialista se le ha ocurrido que, para favorecer a los más débiles y la ecología en el Ayuntamiento, no había nada mejor que hacer que cerrar el paso a sus electores a la Cañada Real. En fin, que si las vías pecuarias están para el tránsito de ganado y disfrute de quienes gustan de la naturaleza, el edil ‘piensa’ y decide: cierro el paso.
¡Como lo leen! Pueden acercarse hoy mismo a la vía pecuaria que tiene el nombre de Cañada Real, y allí verán los obstáculos y las señales con las que nuestro edil nos hace el favor de evitarnos el paseo por uno de los parajes naturales más hermosos de nuestro municipio. Y lo hace, dice él, respaldado por las firmas de vecinos de esta zona... y resulta que, cuando miramos ese pliego de firmas, ni en él se dice su motivo, ni la autoridad encargada de recogerlas. ¿Dónde está el respaldo? Pero no pensemos mal... veamos qué dicen los vecinos de la zona. Hemos preguntado a distintas personas que han firmado ese pliego y contestan, fíjense bien, que fueron engañadas; otros vecinos nos comentan que no están de acuerdo con la medida. Y, mal que nos pese, nos tenemos que preguntar de nuevo: ¿dónde está el respaldo a la medida? En definitiva, señor alcalde, no sin antes decir a la Comunidad de Madrid que ha preguntado, decide hacernos el favor de cerrarnos un paraje natural. Y no nos quiera despistar el alcalde aduciendo ahora que la decisión es de la Comunidad de Madrid. Usted ha sido el promotor de la medida y el ejecutor de la misma. La Comunidad de Madrid no ha hecho otra cosa que confiar en su buena fe. Aún más. El bizarro y joven edil, en su audaz decisión, no ha tenido reparo alguno en pasar por encima de la legislación de vías pecuarias (que prohíbe poner obstáculos que impida su tránsito por ellas), como tampoco ha tenido escrúpulo alguno al perjudicar a modestas empresas de esa zona que ahora, por culpa de su medida, están arruinándose. ¡Todo por el pueblo! dice él, pero a qué pueblo se referirá cuando ni la ley ni los vecinos aprueban dicha medida. ¡Cuántas preguntas sin respuesta razonable! ¡cuánta celeridad en la decisión! ¡qué prontitud en los medios y remedios! ¿Volverán las antiguas políticas socialistas a este municipio sus nidos a colgar? En definitiva, si el socialismo se dice ecologismo, si el socialismo se dice protección de los más débiles, aquí, en Collado Villalba, tenemos al nuevo Pablo Iglesias dispuesto a cambiar todo esto bajo el principio: ‘lo hago porque me da la gana’. Confiamos en que todo sea al final una decisión producto del sueño de un alcalde al que, por joven e inexperto, no se le ha ocurrido escoger otro pueblo para tomar sus decisiones que al “alcalde de Zalamea”. Así de paso nos demuestra que está al día del cuarto centenario del nacimiento de Calderón. Pero, por favor, no se empache”.