Opinión

¿Moción de censura?

EL KIOSCO

J. Molina

El Faro | Miércoles 22 de octubre de 2014
Las mociones de censura se presentan para ganarlas, nunca para perderlas o para que se queden en una simple crítica a los gobernantes. En una moción de censura, al menos para el que la presenta, el problema no es perderla.

Lo malo es que si así ocurriera se reforzaría al censurado. Y eso lo sabe Mariano Rajoy, de ahí que no esté por la labor de interpelar a corto o medio plazo, es decir hasta que no tenga todas las cartas en la mano, al Ejecutivo que preside Rodríguez Zapatero, aún conociendo perfectamente el desprestigio político de su oponente. Por tanto me sorprende que algunos periodistas y comentaristas insistan en pedir a Rajoy y al PP a que reprueben a los socialistas, aunque ellos mismos reconozcan las dificultades que tendría ésta de prosperar. ¿Acaso se quieren cargar a Rajoy? Creo recordar que fue allá por finales de la década de los 80, cuando el por entonces presidente de Alianza Popular (hoy Partido Popular) Hernández Mancha, sin encomendarse ni a dios ni tampoco al diablo, decidió censurar al presidente del Gobierno, Felipe González. Como le auguraron los pronósticos, perdió la moción y aquella heroicidad le costó al dirigente de AP la presidencia del partido y su futura carrera política, pues como consecuencia de esa temeridad tuvo que soportar los ataques de propios y extraños. Estoy convencido de que Mariano Rajoy ya hubiese presentado una moción de censura a ZP si estuviera seguro de contar con el apoyo parlamentario suficiente para ganarla, pero como no es así, ha optado por la prudencia gallega y esperará a que sean los socialistas los que presenten una moción de confianza, algo que también dudo. Lo malo es que mientras los españoles las seguiremos pasando canutas.