El Faro | Miércoles 22 de octubre de 2014
“Podríamos tener ocho puntos más de los que tenemos”. Rodolfo Urías cifra en esa cantidad la factura que, según él, los árbitros han pasado al equipo amarillo en lo que va de temporada. Lo más reciente han sido los partidos en Vicálvaro y en la Ciudad Deportiva frente al Unión Adarve. En el primero, el colegiado Álvarez Herrero castigó a los villalbinos con un riguroso penalti en el descuento que supuso el definitivo 2-2, aunque varias crónicas coinciden en que el lance se debió a la compensación de errores anteriores en contra del cuadro local. Y ante el Unión Adarve, el penalti no pitado sobre Casado y el inexistente fuera de juego señalizado en el tramo final pudieron ser decisivos en la pérdida de otros dos puntos. Precisamente en la ida ante el Adarve, el Villalba acabó con cuatro expulsados, en el partido más polémico de la primera vuelta.
Bajo ese clima enrarecido por los arbitrajes recientes, el Villalba visita al Pozuelo. Se teme al rival, segundo clasificado, pero también a si seguirá la cadena de errores en contra.