En los registros se incautaron numerosas armas
LA INVESTIGACIÓN SE INICIÓ A RAÍZ DEL LANZAMIENTO DE UN CÓCTEL MOLOTOV CONTRA EL VEHÍCULO DE UN VIGILANTE
CONTROLABAN LA VIGILANCIA DE UNAS VEINTE OBRAS DE LA SIERRA
El Faro | Miércoles 22 de octubre de 2014
En la operación fueron detenidos nueve individuos, pertenecientes a distintos clanes gitanos de la localidad y todos ellos con antecedentes. Se les imputan varios delitos de amenazas, contra los derechos de los trabajadores y tenencia ilícita de armas. Se dedicaban a extorsionar a empresarios y vigilantes de obra para hacerse con el control de las mismas. Visitaba a los encargados de obra, a quien “avisaba” de las consecuencias que podrían sufrir si no contrataban sus servicios, por los que cobraban entorno a los 1.800 euros mensuales.
La Guardia Civil ha desarticulado una organización dedicada a la extorsión en el ramo de la construcción. Los agentes, pertenecientes al Área de Investigación de Collado Villalba, han logrado, en el marco de la operación Caballo Blanco, desarticular una organización especializada en la extorsión a empresas del ramo de la construcción ubicadas en la zona noroeste de la Comunidad de Madrid, logrando la detención de nueve personas, entre los que se encuentra el presunto responsable del grupo.
La investigación tenía su inicio el pasado verano, cuando se tenía conocimiento de un posible ataque a un vigilante de una obra, a quién lanzaron un cóctel molotov a su vehículo, el cual resultó calcinado, logrando dicho vigilante salir indemne de tal suceso.
Debido a la complejidad del caso se hizo cargo de las investigaciones el Área de Investigación del Puesto de Collado Villalba que, tras numerosas gestiones, comenzó a desentrañar una compleja red que se pudiera estar dedicando a extorsionar a empresarios y vigilantes de obra, para hacerse con el control de las mismas.
Fruto de las primeras indagaciones, se pudo comprobarque un gran número de obras, situadas en la zona noroeste de la Comunidad de Madrid, estaban en la actualidad “custodiadas” por personal relacionado con un mismo individuo, supuestamente el cabecilla de un grupo organizado.
Se da la circunstancia que en numerosas ocasiones, aún contando la empresa con el “contrato” de vigilancia pagado a la red ahora desmantelada, se producían robos en las mismas o en empresas aledañas, lo que, en la mayoría de las ocasiones, suponía un aumento sobre la cuota de vigilancia.
De la documentación intervenida se ha comprobado que las mensualidades que esta organización delictiva venía cobrando a las empresas constructoras, oscilaba sobre los 1.800 euros, habiendo resultado afectadas más de una veintena de empresas.
MODUS OPERANDI
En un primer lugar, el cabecilla de la organización, acompañado por alguno de sus más estrechos colaboradores, visitaba a los encargados de obra, a quien “avisaba” de las consecuencias que podrían sufrir si no contrataban sus servicios.
Con el fin de conseguir sus propósitos no dudaban en perpetrar robos de material e incluso daños en las obras que eran objeto de hacerse con su control.
Posteriormente, y tras aceptar “sus servicios”, dotaban a su “vigilante” de una furgoneta, en unas ocasiones, o de una caseta de obras, en otras, en la que vivían en condiciones infrahumanas e insalubres, siendo generalmente ciudadanos extranjeros en situación irregular, que venían cobrando unos 400 euros mensuales.
Para garantizar la permanencia de la vigilancia, los integrantes de la organización se pasaban de forma habitual con sus vehículos por las obras, intimidando con su presencia a los encargados.
En algunas ocasiones se ha llegado a tener conocimiento de enfrentamientos, con vigilantes de seguridad encargados de la vigilancia de obras aledañas y que no eran “empleados” suyos.
Los detenidos, con numerosos antecedentes penales, son R.R.C.,de 45 años, R.R.L, de 74 años, presunto cabecilla del grupo, Y.R.C., de 36 años, I.R.M., de 22 años, I.R.M., de 20 años, T.R.D., de 19 años, J.J.G., de 19 años, M.J.P., de 42 años y D.R.C. de 27 años.
MATERIAL INCAUTADO
Tras las detenciones efectuadas, se realizaron varios registros donde fueron intervenidas tres armas de fuego cortas, municionadas, dos armas detonadoras, tres escopetas de caza, munición de todos los calibres de las armas intervenidas, documentación (contratos, nóminas…), tarjetas de visita, gran cantidad de herramientas, electrodomésticos y 79.000 euros en metálico, la mayoría en billetes de de 500 euros, y que fueron localizados ocultos en un calcetín.
Todos los detenidos han pasado a disposición de la Autoridad Judicial competente, quién ha decretado el ingreso en prisión de seis de los nueve detenidos, habiendo quedado el resto en libertad con cargos y con obligación de presentarse en el Juzgado los día 1 y 15 de cada mes.
La Operación continúa abierta y se están recopilando nuevas denuncias sobre presuntas extorsiones y amenazas que puedan abrir nuevas líneas de investigación.
En la operación han intervenido personal de la Agrupación de Reserva y Seguridad de Madrid, Unidad de Seguridad Ciudadana de la Comandancia de la Guardia Civil de Madrid, así como Agentes destacados en los distintos puestos que integran la 1ª Compañía de la Comandancia con sede en El Escorial (Villalba, Galapagar, Cerceda y El Escorial).