Toros

Oscar Rodríguez Gaona, rejoneador serrano: “Procuro ir siempre por la vía del clasicismo”

El rejoneador escurialense Óscar Rodríguez Atarfe

EL ESCURIALENSE TRIUNFÓ EL PASADO DOMINGO EN EL CERTAMEN CELEBRADO EN ATARFE

ALFREDO FERNÁNDEZ | Miércoles 22 de octubre de 2014
Óscar Rodríguez Gaona es un veterano rejoneador de El Escorial que lleva años luchando por ocupar un puesto cimero en el difícil escalafón del mundo del toreo a caballo. Su evolución esta basada en el sacrificio y poco a poco ha ido forjándose como un buen profesional. El pasado domingo, 10 de enero, trenzó el paseíllo en el coliseum cubierto de Atarfe (Granada), dentro del IV Certamen de Rejoneo que de manera ya tradicional se celebra por estas tempranas fechas del calendario en esta localidad y que poco a poco ha ido consolidándose para relanzar las carreras de rejoneadores que no copan las grandes ferias del circuito.


Rodríguez Gaona logró en Atarfe ser el primer triunfador de esta temporada 2010. Cortó una oreja, dio una vuelta al ruedo y fue el primero en tomar posiciones de cara a ocupar un puesto en el festejo final del 31 de enero. Dio un toque de atención para conseguir el espaldarazo que necesita su carrera, y más con las cámaras de Canal Sur por testigo. “Este tipo de oportunidades siempre ilusionan, y el llegar a un certamen como este siempre te puede dar un poquito más de proyección a tu carrera para el resto de la temporada, aunque hay que ganárselo día a día. Pero el hecho de que te vean por televisión y suene tu nombre sí puede contribuir a subir algún peldaño más tu carrera”, comienza diciendo.

El de El Escorial hace un pequeño balance de cómo se desarrolló la tarde del pasado domingo en este certamen de rejoneo. “Abría cartel y siempre cuesta más trabajo conectar con el público, porque no suele estar metido en el festejo. Al segundo le corté la oreja, era un novillo del Conde de la Maza encastado y que apretaba mucho y creo que le dí la lidia adecuada y estuve sereno y firme”. Rodríguez Gaona se muestra satisfecho por obtener 33 puntos y quedar el primero de los tres rejoneadores que tomaron parte. “El hecho de quedar en la primera corrida como el más puntuado es algo importante y que da moral. A ver si hay suerte, podemos ir a la final del 31 de enero y elevar en 2010 el número de festejos, sería lo ideal”.

Pero la tarde en Atarfe fue muy dura. A pesar de la cubierta que tiene la plaza, la temperatura era gélida. “La zona exterior estaba llena de barro, estaba nevando y casi no pudimos calentar los caballos antes de enfrentarse al toro. Normalmente en invierno aprovechamos las horas centrales del día que no hace tanto frío, pero el domingo la temperatura era extrema y poco común; los caballos estaban muy fríos, incómodos e intranquilos, pero hicimos lo que pudimos y al final todo salió bien”.

De hecho, hubo caballos de la cuadra de Rodríguez Gaona que mostraron muy buen nivel a pesar de ser la primera actuación del año. “El Viti estuvo muy bien parando a los toros de salida; el segundo novillo le apretó mucho y el caballo en todo momento estuvo sin desfondarse y con voluntad de ir al toro. Y también estuvo muy bien el caballo de matar, Algabeño, que fue muy seguro; conseguí matar los dos novillos a la primera de un rejón. Estos son los caballos más importantes, aunque tengo algún otro, que también va a ser bueno, pero son más nuevos y en Atarfe quisimos sacar los que están más contrastados”.

El concepto que practica
El propio rejoneador explica cómo entiende su toreo y cómo desea llevarlo a la práctica: “Procuro ir por el camino del clasicismo, sin hacer alardes ni saltos y buscando fundamentalmente lidiar y procurar hacer las cosas bien, yendo de frente al toro y de forma muy pura. En la época actual los rejoneadores utilizan mucho el irse al pitón contrario, pero esto es más una ventaja, porque cambias su trayectoria y le engañas en parte; a mí me gusta más ir de frente”, señala el serrano.

Tomó la alternativa en San Lorenzo del Escorial en 2003 de manos de Pablo Hermoso de Mendoza y actuando como testigo Álvaro Montes, en una tarde que recuerda con cariño. Desde entonces, ha toreado un buen número de festejos. “Tampoco he toreado mucho con relación a los que ocupan las partes altas del escalafón de rejoneadores, pero sí un número suficiente como para coger experiencia e ir haciéndome poco a poco en la profesión. El pasado año acabe la temporada con 22 festejos, donde corté 36 orejas y seis rabos”.

Cuenta con el incesante apoyo de su padre, que siempre ha estado a su lado, “aunque en los dos últimos años me apodera Antonio Picamills y estoy contento; ahora, a ver si conseguimos dar un salto”.

Maestro en artes marciales
Además de consumado rejoneador, Óscar Rodríguez Gaona tiene otra faceta importante, ya que también es maestro en artes marciales. “Cuando comencé en esta dura profesión siempre hemos oído hablar de las grandes cosas que conseguían los maestros de kung-fu y de las artes marciales, y pensé que eso me podía ayudar para estar más tranquilo al enfrentarme a los toros. En un periódico vi un anuncio, me empecé a interesar por el tema, me apunté a una escuela y durante ocho años estuve con un maestro chino. Me saqué los títulos, primero el de monitor y luego el de profesor, y la verdad es que me ha venido muy bien. Para todo hace falta disciplina y constancia, y he tenido que hacer lo mismo que en el rejoneo: practicar mucho, estudiar los temas y al final me está ayudando mucho, porque me aporta tranquilidad”, señala el madrileño.

Aunque no se dedica a impartir clases y su vida está volcada de lleno en el rejoneo, no descarta en un futuro poder dedicarse al kung-fu. “De momento no me dedico profesionalmente a ello porque la preparación de mis caballos me lleva casi todo el día, pero si algún día me hace falta, ahí tengo los títulos”, termina diciendo.