El Faro | Miércoles 22 de octubre de 2014
El propietario de la ganadería de Peñajara, José Rufino Martín, se comprometió públicamente con el Ayuntamiento de Colmenar Viejo a regalar una corrida de toros para lidiarse en el coso de La Corredera de esta taurina localidad madrileña. El hecho sorprende poco, por el mal momento que atraviesa esta vacada.
Rufino, que acudió a este municipio a dar una conferencia sobre su ganadería, de la que dijo estar ligada con el encaste de Jijona, invitó a miembros del Consistorio y aficionados a ver los toros en el campo. El Ayuntamiento colmenareño estudia la posibilidad de celebrar una corrida extraordinaria, ubicarla en otra fecha o simplemente agradecer el gesto y no hacer nada.
Esta divisa lidió una corrida en Colmenar en 2008 que fue un esperpento y donde varios toros volvieron a los corrales por su flojedad.
La ganadería de Peñajara atravesó el pasado año por un grave problema hepático donde los toros se derrumbaban en el ruedo y tras el petardo que dio en San Isidro de 2009 el ganadero optó por retirar la corrida que estaba reseñada para Pamplona. Como resultado de este problema, este año no irá a Madrid y casi seguro a ninguna plaza gestionada por José Antonio Martínez Uranga.
Hay que recordar que la vacada de Peñajara está anunciada en la próxima feria de Valdemorillo y, visto lo visto, no queremos ni imaginar el precio que el empresario ha podido pagar por este encierro. Con todo, esperemos que la buena corrida lidiada en Las Ventas en 2008 no fuera sólo un espejismo y vuelva a triunfar.