El ‘Solitario Pobre’ también actuó en la calle Real
LLEVABA UNA DOBLE VIDA Y SUS FAMILIARES DESCONOCÍAN ESTA FACETA DE DELINCUENTE
Arancha Ortega | Miércoles 22 de octubre de 2014
Agentes de la Guardia Civil detuvieron el pasado martes, 22 de diciembre, al delincuente conocido ‘El Solitario Pobre’, quien responde a las iniciales de R. G. O. Este zamorano de 55 años de edad fue detenido en las inmediaciones del domicilio de su pareja, en Torrelodones, tras realizar en el último año 10 atracos a diferentes cajas de ahorros.
Las localidades de Collado Villalba, la primera de las que tuvimos noticia en este periódico-, Las Rozas, Las Matas, Torrelodones, Pozuelo y Majadahonda, fueron objeto de sus atracos en los que consiguió hacerse con un botín total de cerca de 6.000 euros. Por ejemplo, en Collado Villalba su objetivo fue una nueva oficina bancaría situada en la calle Batalla de Bailén, donde se llevó poco más de 100 euros. El presunto ladrón ha sido reconocido por los trabajadores de nueve de las 10 sucursales atracadas. La cajera de la décima caja se encuentra de baja por estrés, por lo que aún no ha pasado pasado por esta prueba pericial.El ‘modus operandi’ de sus robos ha sido otro de los factores determinantes para su captura, ya que siempre elegía cajas de ahorro pequeñas y las atracaba a punta de pistola cuando quedaban pocos minutos para el cierre. Antes, durante una semana estudiaba donde tenían instaladas sus cámaras de seguridad, merodeando por los aledaños del banco, por lo que levantaba las sospechas de vecinos y comerciantes
El apelativo de ‘Solitario Pobre’ se debe a que en algunos casos su ‘bote’ ascendía a poco más de 30 euros como consecuencia de su nerviosismo a la hora de ejecutar los atracos. Según fuentes de la Benemérita, aunque desde finales del mes de octubre conocían su paradero, estaban esperando a que cometiese un nuevo atraco para detenerle con las ‘manos en la masa’.
R. G. O. llevaba una doble vida, tal y como afirman desde la Guardia Civil. Pese a que había sido despedido en enero de 2009, el presunto atracador no había comunicado este hecho a su familia, que pensaba que el dinero con el que operaba procedía de su trabajo como vendedor de pisos.
En el registro domiciliario no se encontró la pistola con la que presuntamente actuaba, de modo que los agentes manejan la hipótesis de que cuando sus fechorías comenzaron a adquirir notoriedad en los medios de comunicación, decidió deshacerse de ella. El presunto autor de los hechos ya se encuentra en prisión, a la espera de la celebración de su juicio. El juez ya ha abierto el secreto de sumario.