La San Silvestre de Galapagar despide mañana el año deportivo en la Sierra

Galapagar despide mañana el año deportivo en la Sierra con la 31ª edición de su San Silvestre, la más veterana de esta parte de la Sierra. Una carrera compatible, si se es atleta autoexigente, con su hermana mayor de Vallecas, que se disputa apenas unas horas después en la capital. La introducción del chip en el dorsal será la gran novedad, detalle que equiparará a la prueba galapagueña con otras clásicas de la Sierra y la Comunidad de Madrid. Un viejo objetivo iniciado el año pasado, en el 30 aniversario, con una experiencia piloto que dejó detalles por pulir. Esta vez, el orden de llegada de los más de 500 atletas de todas las categorías que se esperan en la salida de la Plaza de la Constitución estará informatizado y listo para darse a conocer en el acto.

Tres décadas después de que los padres y alumnos del Colegio Carlos Ruiz promovieran su creación, la San Silvestre de Galapagar se ha convertido en un punto de reunión no sólo para la mayoría de los clubes serranos, sino para atletas destacados que han inscrito su nombre en el palmarés. Desde el multicampeón José María Rodríguez, Josito, pasando por el triatleta Alejandro Santamaría, hasta llegar al corredor de la AD Maratón, Jaime Calleja, que el año pasado inició en Galapagar su dominio en el calendario popular serrano.

Las categorías base, de prebenjamines a infantiles, competirán de forma escalonada desde las 10 de la mañana. A las 11 y media llegará el pistoletazo de salida a la carrera absoluta, que incluye las categorías que van de cadetes a veteranos. A ellos les esperan los ya clásicos 7.800 metros, que tienen en la cuesta de la Colada del Charco de la Hoya su punto clave para romper la carrera rumbo a la meta de la Plaza de la Constitución.