Adolfo Rodríguez, analista del toro: “La parte amarga del año es la cuestión económica”

Adolfo Rodríguez lo tiene todo. Sus altos conocimientos en la materia le han hecho ganarse el título de doctor. Veterinario, periodista, ganadero, sin olvidar su faceta de escritor, abarca lo suficiente para conocer minuciosamente todo lo que concierne al toro bravo, del que es un gran defensor. Un gran analista que nos sintetiza el año ganadero que está apunto de echar el telón y que se adentra en numerosos recovecos de la más candente actualidad. Cada respuesta es una reflexión para conocer de cerca algo más sobre el campo, el toro y la situación actual que viven los ganaderos, con un verbo fluido y una sinceridad aplastante.

Comenzamos analizando lo que ha dado de sí el año ganadero y cuáles han sido desde su punto de vista las ganaderías con mejores resultados. “Ha sido una temporada en conjunto muy parecida a las anteriores. La ganadería más destacada por la regularidad de los triunfos ha sido Núñez del Cubillo, que curiosamente siendo una divisa de las de toque comercial ha conseguido ese punto que también interesa al aficionado. En cuanto a las novilladas, ha tenido unos resultados extraordinarios la vacada de Flor de Jara, que ha cuajado una temporada sensacional, rematada en la plaza de Las Ventas con un novillo que para mí fue el más bravo del año”.

Muchos profesionales y aficionados se quejan de que han embestido muy pocos toros en las grandes plazas, pero la perspectiva de Adolfo Rodríguez difiere bastante de este diagnóstico. “Desde hace unos años tengo una visión contraria, porque los toros embisten, pero los toreros no son capaces y se los dejan ir la mayoría de las veces. Quitando a José Tomás, que creo que todos los monumentos que se le hagan son pocos, porque es el torero de mayor entrega y el que más apuesta por triunfar cada tarde, el resto se deja mecer por las olas. Es que hay diestros que no quieren exponer y al mínimo problema que plantea un toro ya no quieren hacerlo frente y resolverlo. Ha habido de todo, pero el éxito es de dos: toros y toreros”, afirma
Uno de los males del toro de lidia actual es la desaparición de los encastes, y de hecho es uno de los asuntos que más inquieta a este reconocido ganadero. “Estamos poniendo en el trance una riqueza genética y un patrimonio que sólo tienen algunas razas del toro de lidia. A la vuelta de la esquina hay encastes que están a punto de desaparecer. Hace pocos días se lloraba mucho con la pérdida de la ganadería de Sánchez Fabres, pero el propio sector taurino arrincona y maltrata encastes como este de Coquilla, que ha sido señero y no lo quieren matar ni en becerras de añojos. Como ejemplo, en España sólo dos ganaderías mantienen el encaste Coquilla, y es un legado que se va a perder y ya no habrá solución".

El tema de los rigurosos saneamientos trae en jaque a los ganaderos. Muchos propietarios están casi abocados a desaparecer y las técnicas que se emplean quedan muchas veces en entredicho. “Lo veo horroroso e inútil. No sirve de nada mantener las vacas lo más saneadas posibles si luego tienen que estar con especies cinegéticas que contagian y conviven con el ganado. Además, con la dureza de los saneamientos se están llevando consigo vacas de encastes en peligro de extinción y que es un patrimonio genético que no se puede sustituir, ese daño es irreparable. Cuando se ceban con una vacada en los saneamientos, el futuro es muy complicado”.

En su vertiente periodística, Adolfo Rodríguez consiguió poner en una sola una temporada al programa Clarín de RNE en las más altas cotas de su historia y ser un referente para los aficionados, si bien su prematura jubilación le hizo desligarse. “Lo siento con mucha nostalgia, pero a pesar de trabajar en precario por las circunstancias de la emisora, el año y medio que estuve fue como un sueño que recordaré toda mi vida, fue algo maravilloso. Lo hecho mucho en falta pero, entre las cosas que nunca olvidaré y más me han gustado, es el haber tenido la oportunidad de conceder la Oreja de Oro de RNE al triunfador de la temporada 2008 a José Tomás y reparar así una deuda histórica. Por como está montado este sistema, hace que en una escala se valore más una simple estadística que las emociones. El día que realizó declaraciones en el programa es algo para no olvidar nunca y que le estoy muy agradecido”, termina diciendo.