Opinión

La polémica obra del Parque de La Coruña

PUNTO DE VISTA

Por: JULIA RAMOS

El Faro | Miércoles 22 de octubre de 2014
Na vez más, al parecer, el Ayuntamiento de Collado Villalba hace cosas sin contar con la opinión de los vecinos, actuando como los padres cuando sus hijos son menores de edad, como ‘padrecitos’. Y no es el caso, mucho menos en una democracia, aunque hemos de apresurarnos en decir que no tenemos claro el concepto de democracia que puedan tener estos munícipes.

En el Parque de la Coruña, donde hay alrededor de unas 3.200 viviendas, más de las que tienen muchos pueblos de nuestro país, se ha llevado a cabo una actuación que, si bien estaba prevista hace años, ha necesitado de la financiación del Plan E para que se pusiera en marcha. Y, claro, después de muchos años no han tenido en cuenta nuestros preclaros munícipes que las cosas cambian, que lo que valía hace cuatro o cinco años ahora puede haber quedado desfasado. ¿O no? Pensar lo contrario es ser inmovilista.

Aparte de cambiar, nunca mejor dicho de la noche a la mañana, sin avisos, sin carteles, sin publicidad alguna en ningún ni por ningún medio, los sentidos de las calles, y tener un vehículo policial estratégicamente situado a la entrada de un garaje, entrada que viene siendo utilizada por vehículos para estacionar en ella y que no son denunciados a pesar de las muchísimas llamadas efectuadas por los vecinos a la Policía Local. Además se ha suprimido la parada de autobús en la calle Isla de Sálvora, la parada más utilizada de la urbanización. Lo inverosímil es que el Ayuntamiento, la Concejalía de Seguridad, alega que todo esto se pactó con la anterior Junta Directiva, pacto inexistente, y damos fe de ello quienes la componíamos. No entendemos cómo se pueden hacer tales afirmaciones, y a partir de ahí la credibilidad de, al menos este edil, es bastante dudosa.

La supresión de esta parada, así como otras actuaciones que, al menos con quienes formábamos la anterior Junta, no fueron ni siquiera puestas sobre la mesa y el papel, es la comidilla de muchos vecinos que no entienden el por qué de estas actuaciones caprichosas. Tampoco se entiende por qué la Agrupación de Comunidades no ha informado mediante avisos en los portales, o en su página web, convocando a todos a una reunión sobre estos cambios.

En fin, que a pesar de los años transcurridos, la palabra democracia, que significa gobierno del pueblo, no parece tener aceptación entre nuestros gobernantes; se conforman con la convocatoria de elecciones (generales, autonómicas, locales, de vecinos...) cuando corresponde y después, apoyados en los resultados, hacen y deshacen a su antojo, al antojo de quienes han obtenido el poder, pero no para su provecho, sino en provecho de la comunidad que les votó.

A todos cuantos ostenten poder y representación, un ruego: cuenten con los ciudadanos, con los vecinos, reúnanlos, denles información, convóquenlos, escúchenlos. Menos llenar los bolsillos, menos vaciar las arcas, más participación de los ciudadanos. Y que la parada del autobús en Isla de Sálvora, esquina a Playa Samil, vuelva a estar operativa.