El CUC Villalba llevó poco peligro a la puerta del Torrelodones (Foto: E. P.)
FÚTBOL / Preferente Grupo I – 13ª Jornada
Javi Martín, estelar, marcó la diferencia con dos goles tras el descanso, al que los villalbinos llegaron con 1-1 tras equilibrar por medición de Rodrigo el tanto inicial de Fabio. Los amarillos, a dos puntos del descenso
JAIME FRESNO | Miércoles 22 de octubre de 2014
El Torrelodones dejó claro en el derbi quién está rodado y quién en fase de rodaje; explicó con fútbol qué equipo tiene sus piezas ensambladas y cuál está pendiente de acople; también, quién reparte mejor su calidad línea por línea y quién acumula un preocupante desfase en una parcela clave para hacer del una cuestión natural. El Villalba perdió porque siempre pareció a disgusto, forzado, nervioso…; el Torrelodones ganó por orden, oficio, calidad y pegada. Fútbol, en suma. Hoy en día, el equipo de Pepe Díaz está por encima de su vecino y esa sensación, visto lo sucedido en el Julián Ariza, no responde a nada coyuntural.
Es una tendencia que sólo quedó en duda cuando el cuadro torresano se atascó víctima de hasta ocho bajas clave en su once. Cuando las ha recuperado, ya va por los 13 puntos de 15 posibles. Y eso que faltan Manzano, Sobrino y Cavadas. El Villalba, mientras, ha competido dignamente, pero sin regularidad ni consistencia. Le alcanza para la media tabla, pero no para discutir con buenas argumentos a un equipo bien armado. Al menos, de momento.
El derbi se rompió pronto. A los siete minutos, Fabio botó una falta cerca del córner del lado izquierdo que Javi Sánchez, en su intento de sacar el centro chut de puños, desvió al palo corto y de ahí a la portería. El Villalba estaba sobre aviso, una vez que el 11 torresano y Javi Martín ya habían firmado dos rupturas por esa banda antes del gol. Vivo y vertical, el Torrelodones desarbolaba a su oponente con una amplio abanico de permutaciones de sus cuatro hombres avanzados. Del Villalba, no había más noticias que los nervios, la precipitación, la flojera en las marcas, la descoordinación de las líneas. Su triunfo fue alcanzar el período de bajón local, sobre la media hora, con sólo 1-0 contra. Entonces encontró el balón y un par de opciones nítidas en el flanco izquierdo de su ataque. Primero Diego Aragoneses, en una gran jugada individual que abortó Dani, y luego Toñín, tirado a ese lado ante la desconexión de la derecha, avisaron de que el empate podía llegar. El nuevo interior amarillo acabó por provocarlo con un saque de esquina cargado de veneno que encontró la envergadura de Rodrigo. Era el minuto 44 cuando el central, en posible falta sobre el meta Dani, ganó la acción de cabeza y remachó bajo palos.
Sin embargo, tras el descanso el Villalba pareció no tomar nota ni de lo que le había llevado al empate, el empuje y la fe, ni de lo caro que pagó su fría puesta en escena. Esta vez, el Torrelodones lo castigó hasta zarandearlo de mala manera. Al cuarto de hora de la reanudación, y en pleno vendaval local, Javi Martín dio otra vuelta de tuerca a su exhibición colocando el 2-1, con una volea en carrera servida por Fabio desde la derecha.
El gol tuvo un efecto devastador en el Villalba. Sin dos pases seguidos que llevarse a la boca y las líneas separadas, abonó el terreno al juego vertical torresano, posiblemente el mejor de la Liga tras el del Coslada. Al poco, Javi Martín remachó de nuevo en carrera un excepcional servicio en diagonal de Víctor Díaz desde la izquierda para finiquitar con el 3-1. Quedaba casi media hora y las decenas de aficionados villalbinos temieron un castigo mucho más severo ante un Torrelodones que funcionaba como un reloj. Atrás con Arteaga, inconmesurable en el corte y confección desde atrás; en el medio, con Ruiz y Juanito; y por todos los lados con Víctor, Martín, Fabio y Tintó, jugadores con libertad absoluta, sin corsés tácticos.
Con el camino abonado a la goleada, el carrusel de cambios diluyó el flujo de ocasiones torresanas y dio más pelota al Villalba, que pudo meterse en el partido en un mano a mano errado por Sergio ante Dani. Pero no era un partido para el 3-2. Era un derbi torcido para un nervioso Villalba y plácido para un Torrelodones natural en su fútbol y que ahora, con 21 puntos, puede mirar tranquilamente hacia la parte de arriba. Ya es séptimo y su racha tiene el sustento del juego. El Villalba, en su particular transición, necesitará tomar nota de la cadena de errores para que la raya del descenso, ahora a dos puntos, n añada más presión de la que él se autoimpone.
TORRELODONES CF: Dani; Sergio, Linares, Arteaga, Salvat; Juanito, Ruiz; Tintó, Javi Martín, Fabio (Borja, 74’); y Víctor Díaz (A) (Cani, 72’, A).
CUC VILLALBA: Javi Sánchez; Óscar, Rodrigo (A), Gustavo, César; Toñín (Raúl, 78’, A), Álvaro (Sergio, 72’), Carrasco (A), Quique Casado (A); Diego Aragoneses y Víctor (Erik, 84’).
GOLES: 1-0, (7’) Fabio. 1-1, (44’) Rodrigo. 2-1, (60’) Javi Martín. 3-1, (64’) Javi Martín.
INCIDENCIAS: Unos 150 espectadores en el Julián Ariza en mañana muy fría.
RESULTADOS 13ª JORNADA
Torrelodones 3 CUC Villalba 1
Aravaca 0 Villanueva Pardillo 1
Tres Cantos 2 Unión Adarve 1
Coslada 4 Torrejón 1
Mejoreño 1 Vicálvaro 1
Alcobendas 1 Majadahonda B 0
Las Rozas 3 Dosa 1
Brunete 6 Moratalaz 2
Madrid Oeste 0 Pozuelo 3