El Faro | Miércoles 22 de octubre de 2014
El anuncio en noviembre de 2003 del inicio de los trámites para declarar Bien de Interés Cultural el conjunto de las fincas de la Granjilla, Campillo y Monesterio provocó reacciones de satisfacción entre los colectivos ecologistas, ya que esta medida suponía aumentar el grado de protección de esta zona, “de un altísimo valor histórico, paisajístico y ecológico”.
Sin embargo, según explica Ecologistas en Acción en un comunicado, la euforia inicial se ha convertido, dos años después, en “inquietud”, puesto que hasta el momento no se ha cumplido el trámite especificado en el punto segundo de la citada resolución, que establecía la apertura de un periodo de información pública para que los interesados pudiesen examinar el expediente y presentar las oportunas alegaciones. Ante esta situación, el colectivo ambientalista se ha dirigido a la Dirección General de Patrimonio Histórico de la Comunidad de Madrid “expresando su inquietud por la ralentización que se está produciendo en el proceso de declaración de Bien de Interés Cultural de estas fincas”. En cuanto a La Granjilla, “de la que es copropietaria la actual presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre”, según recuerda Ecologistas en Acción, “esta finca está catalogada por el Ayuntamiento de El Escorial como monte preservado, y es considerada por los expertos como uno de los conjuntos renacentistas más importantes de España”, con distintos monumentos, jardines y estanques. Además, los ecologistas indican que este enclave “sirve de hábitat a una numerosísima colonia de cigüeña blanca, además de a otras especies de fauna, algunas de las cuales se encuentran en peligro de extinción”. Finalmente, este colectivo hace un nuevo llamamiento a las autoridades regionales para que agilicen la tramitación de los correspondientes expedientes.