Opinión

Los políticos y las encuestas

EL MIRADOR

A. Villagómez

El Faro | Miércoles 22 de octubre de 2014
En el último barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), cuando se le pregunta a los encuestados por el que, a su entender, consideran principal problema de España, la opción de “la clase política, los partidos políticos”, está por delante del terrorismo, y es la tercera más citada de las respuestas espontáneas. Por lo que sin duda este es un dato muy preocupante y que debería dar mucho que pensar sobre lo que son y sobre lo que hacen nuestros políticos actuales. Porque el político es ante todo un representante que gestiona vicariamente negocios ajenos, que actúa en nombre de los ciudadanos que le hemos elegido democráticamente, y que, por tanto, esta posición fiduciaria y su propia responsabilidad son así mucho más amplias y profundas. Con frecuencia, y con toda la razón, se ha reprochado que José Luis Rodríguez Zapatero viene prescindiendo de aquellos políticos más capacitados que en su día le ayudaron a llegar al poder. Sin embargo, lo relevante no reside en que los políticos sean elegidos por ser los mejores, sino, precisamente, en el hecho de que por resultar elegidos, deben ser en conciencia los mejores. De ahí que se debería asumir por principio que si un político se hace reprochable ante la ciudadanía por alguna actuación (pública o privada) que desdiga la confianza que motivó su apoderamiento por los ciudadanos, debería dimitir de inmediato de su cargo, o hacerse inelegible, aunque sea inimputable desde el ángulo jurídico. Sólo así los ciudadanos recuperaremos la confianza y podremos afirmar, con Burke, que “la política es el arte de ejemplificar”.