Opinión

El Islam y los referendos

EL MIRADOR

Por: E. Jordá

El Faro | Miércoles 22 de octubre de 2014
En Europa les tenemos miedo a las mezquitas -basta pensar en los resultados del referéndum suizo-, porque creemos que el Islam no ha vivido aún una reforma como la que vivió el Cristianismo en el siglo XVI, por lo que aún se confunde la fe con la raza e interpreta la religiosidad con un simple código estricto de conducta. Pero en realidad sabemos muy poco del Islam, que es una religión mucho más variada y compleja de lo que creemos. En las mezquitas hay imanes mucho más liberales que algunos de nuestros clérigos apocalípticos, aunque también es cierto que otros predican a escondidas la guerra santa contra los infieles. Deberíamos tener claro que unos y otros no tienen nada que ver. El gran Aumar Kanouté, que algún día podría llegar a ser el Obama europeo, dijo en la Fundación Tres Culturas una de las frases más inteligentes que he oído nunca: “La religión, tal como yo la entiendo, sirve para eliminar la parte bestial que hay en toda mente humana”. Y eso es cierto. Por muchos prejuicios que tengamos contra la religión -cualquiera que sea-, nadie podrá negar que hay gente que se niega a robar o a matar o a engañar sólo porque su religión se lo prohíbe. No es poca cosa en un mundo que se arrodilla todos los días ante los reality shows.

Una de las grandes ventajas de nuestra Constitución, tan despreciada por algunos, es que hace muy difícil los referendos como el suizo, En España no se podría proponer un referéndum sobre la pena de muerte, o sobre el confinamiento indefinido de los inmigrantes ilegales sin una mayoría absoluta en el Parlamento, porque una de las grandezas de nuestra democracia es que no nos permite opinar sobre temas que se consideran intocables.