Editorial

El Equipo de Gobierno de Galapagar salva sin perder los nervios un complicado conflicto con los sindicatos

El Faro | Miércoles 22 de octubre de 2014
Equipo de Gobierno de Galapagar ha tenido que enfrentarse estos últimos días a un peliagudo conflicto, derivado de la precaria situación de las arcas municipales y de la necesidad de aplicar el Plan de Saneamiento aplicado hace unos meses. La negociación con los representantes sindicales se rompió de manera sorprendente el pasado lunes, dando paso a un encierro en La Pocilla, denunciando el despido de seis trabajadores. Sin embargo, ocultaron que el Ayuntamiento había propuesto, como medida para salvar estos puestos, una reducción generalizada de los sueldos cifrada en 2,26 por ciento, incluyendo también a los propios representantes políticos. Finalmente, y después de un intenso cruce de acusaciones en el que no ha faltado la presencia de terceros que han tratado de buscar rédito político en vez de arrimar el hombro para buscar una solución de consenso, a primera hora de la tarde de ayer llegaba la confirmación de que el Equipo de Gobierno y los sindicatos habían alcanzado un acuerdo que pasaba, precisamente, por aceptar la citada rebaja que proponía el Ejecutivo.

Todavía tendrán que concretar varios aspectos, pero las bases están sentadas para reconducir esta situación de forma definitiva, con la solidaridad y responsabilidad de los trabajadores como elemento fundamental. También cabe señalar que este episodio se ha convertido quizá en el más complicado para el actual Gobierno, que ha reaccionado sin perder los nervios y con el diálogo como herramienta imprescindible para llegar a un acuerdo. Igualmente, es una muestra de que no vale el “sí” a todo, sino que en ocasiones hay que tomar decisiones difíciles, por dolorosas que sean, como también ocurrió hace un año con la revisión de las tasas. De otra manera, hacer frente a la deuda del Ayuntamiento es sencillamente imposible, algo que deberían saber tanto los sindicatos como los distintos grupos políticos de la oposición, y en especial el PSOE, que ha actuado en este caso como elemento agitador en una situación en la que todos sin excepción tienen su parte de responsabilidad. Tampoco está de más recordar ahora que hace año y medio, entonces con el cuatripartito en el poder, el debate era otro, puesto que en el aire estaba la posibilidad de que el Consistorio no pudiese afrontar el pago de las nóminas. Afortunadamente, esa situación parece olvidada, por lo que cabe hablar ahora de un mal menor para lo que podría haber sido.