San Lorenzo

“Síntesis del espíritu español”

25 ANIVERSARIO DE LA DECLARACIÓN DE EL ESCORIAL COMO PATRIMONIO DE LA HUMNIDAD

El Faro | Miércoles 22 de octubre de 2014
El Escorial ha sido tema recurrente para escritores, ensayistas, políticos, arquitectos, historiadores y filósofos, de Ortega y Gasset a Unamuno y de Cánovas a Manuel Azaña. Todos ellos recogieron en algún momento su visión del Monasterio y su entorno, que en conjunto resume los valores y el espíritu que llevaron a su declaración como Patrimonio de la Humanidad. A continuación recogemos algunos de estos testimonios, en su mayoría tomando como fuente el libro El Escorial en las letras españolas (Editorial Patrimonio Nacional), de Saturnino Álvarez Turienzo:

  • “Que sea mejor esta nuestra maravilla del mundo que todas las otras siete... tenemos probanza clara; se puede sacar... de sus provechos, muchos que a España vienen y han venido, porque todas las demás fueron maravillas para condenación y ésta para salvación. Todas las otras siete, de vanidad y ceguera gentílica, y ésta de piedad y culto divino” (Juan Alonso de Almela).
  • “Tornó su Majestad a mirar el sitio, estuvo un día en El Escorial y paseó las dehesas del contorno... El pueblo era tan miserable, que la mejor no valía nada, fuera de la casa del cura, que sirvió muchas veces de palacio al Rey don Felipe” (Fray José de Sigüenza).
  • “No representa la rectificación del Renacimiento, sino, al revés, su esencialización, su versión platonizante” (José Camón Aznar).
  • “En El Escorial todo es grandioso, todo sublime, y puede decirse que es el verdadero alcázar de las nobles artes. Hállanse allí valientes producciones de escultura y arrogantes obras de pintura; pero en lo que más sobresale, en lo que más merece el pomposo dictado que se le da, es en el atrevido desempeño, en el natural esfuerzo que allí ha hecho la arquitectura” (Antonio Rotondo).
  • “En lo hondo -lo más hondo- de la estética del Monasterio, están, como dos polos antagónicos, la razón y la pasión de España: lo más frío y lo más arrebatado (Felipe II y Santa Teresa, nuestros dos grandes voluntariosos que, cuando entraron en contacto vital, parece ser que se entendieron bastante bien). Por eso, El Escorial es una síntesis del espíritu español, a la que se llega, también, a través del paisaje” (Luis Felipe Vivanco).
  • “El templo del Escurial / maravilla octava ha sido, / desde nuestro polo al austro / y del ocaso a Calisto” (Lope de Vega)
  • “Religiosa grandeza del Monarca / cuya diestra real al Nuevo Mundo / abrevia, y el tiempo se le humilla. / Perdone el tiempo, lisonjee la Parca / la beldad desta Octava Maravilla, / los años deste Salomón Segundo” (Luis de Góngora).
  • “Cincel, martillo y piedra / y masones te sirvan; las montañas / de Guadarrama frío / te brinden el azul de sus entrañas, / meditador de otro Escorial sombrío” (Antonio Machado).
  • “Llanura vertical y torreada, / milicia de la piedra en el sosiego, orden y frente del paisaje ciego, / que en ella multiplica la mirada” (Dionisio Ridruejo).
  • “Pudieran pasar estos esfuerzos por hijos legítimos de un fanatismo poco ilustrado, pero el templo que levantó al saber en la suntuoso biblioteca, prueba que su alma estaba templada para comprender a su gran siglo” (Enrique Gil y Carrasco).
  • “Aconsejo a las personas que tienen la fatuidad de pretender que se aburren que vayan a pasar tres o cuatro días en El Escorial; así sabrán lo que es el verdadero aburrimiento y se divertirán el resto de su vida pensando que podrían estar en El Escorial, y que no están allí” (Teophile Gautier).
  • “La unidad del espíritu y de la vida de Felipe II puede exactamente compararse con la de su obra predilecta, El Escorial. Aquella pálida montaña de granito, regular, uniforme, monótona, triste, grande, construida para la eternidad, pudo bien reflejar el alma de Felipe II” (Antonio Cánovas del Castillo).
  • “En lugar estamos más que ningún otro propicio a despertar nuestras almas... Esta fábrica de austera majestad, a un tiempo palacio, tumba y templo... nos obliga a pensar en la vida, en la muerte y en la inmortalidad” (Jacinto Benavente).
  • “No debería haber español alguno españolizante -esto es, dotado de conciencia histórica de su españolidad- que no visitase alguna vez en su vida, como los piadosos musulmanes la Meca, y ello, aparte de sus ideas, ya sea para bendecirlo, ya para execrarlo” (Miguel de Unamuno).
  • “Hay en El Escorial un tremendo ser, todo ímpetu y coraje, pasión y voluntad, que sojuzga estos días por entero al contorno. Es el viento, el viento indomable” (José Ortega y Gasset).
  • “Amanecí en El Escorial, donde no tuve otra impresión el primer día que la de entrar en un país de insólitas magnitudes” (Manuel Azaña).
  • “Arquitectura. Motor inmóvil. El Escorial, en el centro del cosmos imperial hispánico del quinientos, desde el que partían tiendas, caminos y mensajes, como radios concéntricos, a ceñir todo el mundo dominado” (Ernesto Giménez Caballero).
  • “El Monasterio del Escorial, una de las más formidables confesiones humanas: la trascendental autobiografía del hombre que nunca quiso que se escribiera su vida por considerarlo vituperable vanidad” (Fernando Chueca Goitia).
  • “Desde La Herrería, mirando hacia el Monasterio, se puede meditar toda la historia de España, todos los aspectos de nuestra cultura y el misterio, siempre candente, de nuestro tremendo destino de españoles” (Dámaso Alonso).
  • “A partir de El Escorial ya no hay símbolo alguno vigente que signifique la coherencia absoluta” (Enrique Tierno Galván).
  • “No hay manifestación artística de la actitud espiritual de España comparable al Monasterio de El Escorial. Significa para el espíritu español lo que la Crítica de la razón pura de Kant significa para el pensamiento alemán” (Fernando de los Ríos).