Imagen del encierro en el centro cultural La Pocilla / CEDIDA
CON ESTA MEDIDA SE EVITARÍA EL DESPIDO DE SEIS TRABAJADORES COMO CONSECUENCIA DE LA AMORTIZACIÓN DE PLAZAS
El Faro | Miércoles 22 de octubre de 2014
Después de una semana de acusaciones cruzadas y tensión más que evidente, a primera hora de la tarde de ayer llegaba la que, al cierre de esta edición, se convertía en última noticia dentro del tira y afloja que Ejecutivo y sindicatos han mantenido a lo largo de los últimos días, una vez que se rompieron las negociaciones acerca del Plan de Organización de Recursos Humanos para 2010, dando paso a un encierro de algunos trabajadores y representantes sindicales en el centro cultural La Pocilla.
Como decíamos, según informaron fuentes municipales, “finalmente el Equipo de Gobierno y los sindicatos han llegado a un acuerdo para no proceder a la amortización de plazas en la plantilla municipal, resolviendo el asunto con una reducción generalizada de sueldos”. De este modo, según lo acordado en una asamblea de trabajadores celebrada el pasado miércoles por la noche, y con la votación a favor de todos los presentes, la plantilla al completo del Ayuntamiento, incluyendo al alcalde, los concejales y los tres cargos de personal de confianza con que cuenta el Consistorio, “verán reducido su sueldo un 2,26 por ciento”.
A partir del lunes
En todo caso, desde el Ejecutivo indican que será a partir del próximo lunes cuando se analizarán en detalle las medidas a adoptar para poder materializar este acuerdo antes de la aprobación definitiva de los presupuestos, prevista para finales del mes de diciembre. Fuentes sindicales han apuntado que el acuerdo pasaría por descontar ahora la citada cantidad (que podría oscilar entre 300 y 500 euros anuales, dependiendo del trabajador), que sería reintegrada en 2015, una vez que el Ayuntamiento recupere la estabilidad económica. Sin embargo, este extremo no ha sido confirmado por el Ejecutivo.
Por otra parte, el Equipo de Gobierno guardaba todavía cierta cautela en las horas previas a la celebración del pleno previsto para esta mañana, puesto que “dado el malestar transmitido por muchos trabajadores que afirman su total desconocimiento de la citada Asamblea”, desde el Ejecutivo “se está estudiando también la legalidad y representatividad de la misma, para así poder garantizar la total efectividad de este acuerdo”.
Antes del acuerdo...
Esta culebrón en el que ahora parece que se atisba el final se inició el lunes, después de la asamblea de empleados municipales celebrada a las 14.00 horas, donde se aprobó la creación de un comité permanente y el encierro indefinido en La Pocilla, exigiendo la “retirada de los seis despidos de trabajadores aprobada por la Junta de Gobierno del Ayuntamiento”. “Estas seis personas, cinco mujeres y un hombre, algunas con más de 15 años de antigüedad, son despedidas sin que ello suponga una reducción de gastos, siendo este el inicio del desmantelamiento de los servicios públicos municipales”, indicaban en un comunicado los representantes de Comisiones Obreras, UGT, CPPM, CSI, CSIF y USO.
Mientras tanto, el PSOE anunciaba su rotunda oposición a esta medida, acusando al alcalde de “engañar al pueblo”. A juicio de los socialistas, no existía “ningún criterio ni estudio razonable para estos despidos”, por lo que no dudaron en hablar de “cacicada”. “Vamos a continuar apoyando a los trabajadores en sus justas demandas, porque no es de recibo intentar culpar a seis trabajadores de las frivolidades presupuestarias del concejal de Hacienda, Fernando Arias, y del de Personal, Antonio Rodríguez”, manifestó la portavoz del PSOE galapagueño, Carmen Andonaegui, el pasado martes, dos días antes de que se produjese esta decisiva vuelta de tuerca.