Toros

Víctor Barrio, el novillero sensación de 2009: “Tengo mucho respeto a esta profesión”

Barrio es un sólido proyecto para la temporada 2010

HA ARRASADO POR DONDE HA TOREADO Y SE PROCLAMÓ TRIUNFADOR EN LA FERIA DE GUADARRAMA

ALFREDO FERNÁNDEZ | Miércoles 22 de octubre de 2014
Ha sido una de las sensaciones del final de temporada. Tiene mimbres de torero importante. Ha cuajado una campaña notable, con grandes triunfos. Joven, tenaz, perseverante y con la hierba en la boca, está llamando con fuerza a las plazas del gran slalom de la temporada. Mantuvo un idilio muy especial con las aficiones de muchos cosos de nuestra comarca. Víctor Barrio, declarado mejor novillero en la feria de Guadarrama, compitiendo con los mejores; triunfador en Collado Mediano, y con notables actuaciones en Colmenarejo, Hoyo de Manzanares, Algete, Soria, etc.
Ha sumado 38 festejos sin picadores, con un balance de 65 orejas y dos rabos y dos novillos indultados. Además, ha toreado 10 novilladas picadas y ha cortado 23 orejas y un rabo. Sus números no mienten, como tampoco lo hace su toreo puro, que es tan real y verdadero como evocan sus palabras. Un novillero distinto, con personalidad, que está llamado a ocupar en breve un destacado puesto en la fiesta. 2010 será su año.


Víctor Barrio resume una temporada muy importante y con una gran cantidad de éxitos y trofeos como novillero sin picadores. “He conquistado muchos triunfos: el certamen Manuel Carcales en Murcia; mi presentación en Arlès, donde di una vuelta al ruedo; quedé triunfador en Soria, cortando cuatro orejas y un rabo, y me acaban de proclamar triunfador en el ciclo de Algete. Tampoco quiero olvidarme de las dos orejas y el rabo que corté en el Rondón de Colmenarejo, donde me dieron una mención especial; y también me llevé todos los premios en Huerta del Rey. Mi paso por Vistalegre y Calasparra también fue brillante”.
Con un balance así, este gran proyecto de torero ya requería subir un escalón más en su carrera y debutar con picadores para enfrentarse a otro tipo de toro. “Me hacia falta el volumen y el trapío del utrero y fue el 29 de agosto en mi tierra, Sepúlveda, donde debuté, cortando tres orejas. Al día siguiente voy a Collado Mediano y corté cuatro orejas y un rabo ante una novillada de Ibán; otra feria relevante donde también quedé triunfador. Todo este bagaje me sirve para entrar en Guadarrama y triunfar. Entre tanto, me han concedido trofeos en ferias como Hoyo de Manzanares, Mentrida o Sepúlveda. Un balance más que positivo”.
Los comienzos de Víctor Barrio son propios de épocas pretéritas. Se ha curtido a la antigua usanza, en las capeas de los pueblos de la vieja Castilla: “Cuando iba, sorprendía porque no suele ser habitual por la zona de Segovia los maletillas. Para ganarme el afecto de los recortadores incluso tenía que recortar, aunque que no me gustaba, para ganarme un poco su confianza y que después me dejaran utilizar el capote y la muleta. Fue duro, y por eso pienso que si antes hacía todo aquello a un toro en una capea, cómo ahora, vestido de luces, no voy a hacerlo cuando uno aspira a la gloria. Ahora lo hago en la plaza y afortunadamente entusiasma”.
Su vocación es tardía y no fue hasta estar seguro y mentalizado cuando emprendió su camino de una forma nada convencional. “Cuando vi que era capaz de hacer a los toros de esas capeas lo que yo quería y cuando me convencí de que tenía el valor suficiente para ser torero, entonces me decidí y comencé a ir a los tentaderos”. Ahí conoció a uno de sus apoderados, el ganadero Pablo González, que le sacó de ese comienzo tan agrio. “Evolucioné rápido, me veía valor, pero me aconsejó que debía ir a una escuela taurina, aunque sólo estuve dos meses con el maestro Antonio Sánchez Puerto. Luego cambié, y ahora tengo a mi lado al matador José Galán Josele, que también me apodera, y he tenido la oportunidad de entrenar y recibir buenos consejos de maestros como Juan Mora, que me apoya mucho, o El Fundi. Es muy importante aprender y fijarse en toreros como ellos. Esto supone que cuando he estado en ferias de la categoría de Guadarrama o Collado Mediano he salido con esa decisión, a sabiendas de que ese día no vuelve y que hay que aprovecharlo”, relata el novillero.
Sin embargo, Barrio valora este hecho como algo positivo y tiene las ideas claras. “Comenzar más tarde de lo habitual me ha hecho trabajar muy duro, y de ahí esas ansias de querer asimilar muy rápido. Somos muchos novilleros y pienso que hay que ser diferente a los demás para que te presten un poquito de atención y cuando lo has conseguido que estén pendiente de ti”.
Este novillero es muy serio tanto dentro como fuera de la plaza, tal como reconoce. “Muchas veces me lo dicen, pero es que esto no es ningún juego como para estar riéndose. Tengo mucho respeto a esta profesión”.
Tiene un gran valor, se queda muy quieto y muestra un concepto puro y asentado del toreo. Así se define a sí mismo: “Soy un torero serio y siempre me ha gustado hacer las cosas muy despacio y muy de verdad. Voy muy convencido al toro y sé que esa entrega y esa decisión me va a emocionar, y cuando se emociona el torero se emociona el público. A veces toreo muy vertical y otras me rompo a engancharle adelante y llevarlo atrás según me sienta. Me gusta dar ventajas al toro y pasármelo cerca”. concluye.

Un buen ‘bajío’

Este novillero ha tenido muy buen bajío con esta comarca, y sus actuaciones aquí se han saldado con mucho éxito. “En casi todas he obtenido triunfos muy señalados y que me han servido mucho”, explica. En 2010, a este novillero le queda la responsabilidad de pisar plazas de primera y triunfar como lo ha hecho. “Mi trayectoria es rápida, pero tampoco hay que estar durmiéndose. Hay que aprovechar esa novedad, la gente comenta las cualidades de Víctor Barrio, y no me importa asumir retos; sé que ante ellos me crezco y me siento torero, y veo que los sueños que he tenido se van cumpliendo. En el momento que me abran la puerta de una gran plaza, estaré. También en Madrid, ¡cómo no!”.