El Faro | Miércoles 22 de octubre de 2014
No creo exagerar si digo que Juan Aragoneses se ha cavado su propia tumba política y como esto es público y notorio parece haber saltado la alarma entre los candidatos a sucederle en la secretaría del partido de Alpedrete, y quién sabe si también a Marisol Casado en la Alcaldía. Para muchos socialistas, se dice, el hombre ideal para acabar con la mala gestión de Aragoneses en estos últimos años es Arturo Trigo, un político con bastante más experiencia que el actual secretario general, pero del que desconocemos cómo puede, llegado el caso, gestionar los intereses tanto de su partido como los de sus convecinos. Cierto es que en la política local, además de ser honrado y un buen gestor, sólo hace falta tener un poco de sentido común para salir airoso del cargo y no imitar al alcalde de Collado Villalba, como quiso hacer Juan Aragoneses, convertido desde hace tiempo en Abderramán III a tenor de su obsesión en construir Medina Azahara o en seguir los pasos de los socialistas de Galapagar que han convertido al partido en el centro de sus disputas personales. Entiendo que aquél que ahora intente coger, al menos en Alpedrete, las riendas de lo que a priori parece un caballo perdedor (PSOE), va a tener que hilar muy fino a la hora de recuperar la credibilidad de los vecinos. ¿Puede conseguirlo Arturo Trigo? Sinceramente yo no me atrevo a dar un pronostico, porque aún creyendo en el ideario socialista, no puedo decir lo mismo de muchos de los políticos que ahora representan este partido que, además, también es el mío. Lo siento.
Juan C. B. (Alpedrete)