El jerezano José Mercé, durante su actuación en la primera jornada de ‘Galapajazz’ (Foto: E. P.)
ENRIQUE PEÑAS | Miércoles 22 de octubre de 2014
La primera jornada de Galapajazz tuvo como protagonista al jerezano José Mercé, acompañado por un amplio cuadro flamenco que da idea de la amplitud de su estilo: flautas traveseras y violines que se combinan con palmas y percusiones.
Su nombre, José Soto Soto, habla a las claras de una histórica estirpe flamenca, que él ha llevado a terrenos personales y a veces con un matiz demasiado pop que hace justicia al pellizco de temas como Al alba, lo mejor de la noche del miércoles en el estreno del Festival de Jazz de Galapagar.
Mercé sonríe, abre los brazos, mira al suelo, al aire... Es un cantaor risueño que con Lo que no se da continúa la senda iniciada con su anterior trabajo, Confí de fuá. Una reorientación que tiene aciertos como el tango Hojas de limonero, las bulerías de Tú me roneas o las sevillanas Como una veleta, donde el conjunto flamenco alcanzó una de sus mejores expresiones de la noche. Sin embargo, a veces también patina: la versión del What a wonderful world de Louis Armstrong, transformada en Qué bonito es vivir, resulta simpática, pero nada más. Otra versión, Mammy blue, tampoco está entre lo mejor de su repertorio, aunque en este caso sí consigue una mayor respuesta del público, arrastrado por el ritmo de los tangos. Un tema que, además, forma parte de la banda sonora de la última película de Santiago Tabernero, Vida y color, dos términos que definen bien la música del jerezano, que en líneas generales cuajó una actuación correcta, aunque a última hora le faltó algo para conectar del todo con el público que acudió hasta el campo de fútbol municipal, que registró media entrada.
Una hora y veinte de concierto que supo a poco, aunque al final nos fuésemos con buen sabor de boca después de que Mercé se arrancara mandando callar a uno de los asistentes a esta actuación que pedía insistentemente Aire, quizá la canción más conocida del jerezano, quien enlazó unas frases, unas palmas y unos cuantos pasos y se despidió como había llegado, sin hacer ruido, exhibiendo sin necesidad de micrófono una voz amplia y con carácter.
El festival continúa esta noche con la actuación primero del saxofonista Bobby Martínez, con el espectáculo Latin Elation, en el que se deja acompañar por un grupo (trompeta, piano, bajo, batería y percusión) que fusiona jazz, son y ritmos latinos. Completa la jornada Herbie Hancock, uno de los grandes nombres del jazz de las últimas décadas, el pianista Herbie Hancock, quien en su día formó parte del quinteto liderado por Miles Davis y que desde hace tiempo se ha convertido en referente para músicos de distinto corte, de la electrónica al pop. Por último, mañana, sábado, se cierra el festival con la vocalista británica Stacey Kent y el mítico Art Garfunkel, que formó junto a Paul Simon uno de los grandes dúos de los 60 y 70; éste último ponía las canciones y el primero la voz, intacta casi 40 años después. Una apelación a la nostalgia, con el álbum Bridge Over Troubled Water como mejor expresión. Una oportunidad, única en España, para hacer memoria y recordar algunos de los grandes clásicos del pop de todos los tiempos.