Aumentan los casos de gripe ‘A’ - En el PSM cada uno va a su ‘bola’
Manuel J. Ortega | Miércoles 22 de octubre de 2014
Según los datos manejados por el Instituto Nacional de Empleo (INEM), el paro en la Comunidad de Madrid subió en octubre en 11.074 personas, un 2,57 por ciento más que en el mes anterior, con lo que el número total de desempleados en nuestra región se coloca en 441.858, una cifra bastante preocupante, sobre todo si tenemos en cuenta que en sólo un año los parados madrileños han crecido un 40,2 por ciento, lo que en números reales supone 126.699 personas. A nivel nacional los números también son muy preocupantes, porque a primeros de mes el número de desempleados en las oficinas del INEM se había situado en 3.808.353 personas.
En cuanto a los sectores más castigados por el paro en la región madrileña, les podemos decir que en el sector servicios afectó a 7.667 personas (de las cuales más de un 15 por ciento trabajaban en la Sierra), seguido de la construcción, con 1.797.
Al margen de estas cifras, debo decirles que, por desgracia, el paro se extiende cada vez más por nuestro país, donde las expectativas empiezan a ser desoladoras dado que nadie, salvo alguna ministra de Zapatero, ve el final del túnel. A esto unos le llamamos crisis, otros depresión y los más optimistas lo califican de ‘estancamiento profundo’.
Para mí, el volumen del paro no es solamente una cifra macroeconómica, porque he comprobado que tras cada uno de nuestros parados suele haber siempre un problema o una tragedia humana como es no poder llegar a final de mes, especialmente cuando hay que pagar la hipoteca del piso y además se carece de los recursos necesarios para poder comer. Es decir, que la familia afectada por esta tragedia social ya nota en su entorno la miseria, la pobreza y el hambre, de ahí que el paro suponga para muchas familias españolas un auténtico drama. El desempleo ha llegado en nuestro país a tal extremo que, dado su volumen y creciente magnitud, bien podría definirse como una catástrofe humanitaria.
Aumenta en nuestra región el contagio del virus de la gripe ‘A’
Según la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid, para esta primera quincena del mes de noviembre se espera un rebrote de los casos de gripe A (H1N1), con una incidencia próxima a los 42.000 contagios semanales. Es decir, que todos corremos el riesgo de contraer una enfermedad que algunos científicos consideran benigna, aunque el número de víctimas mortales habidas hasta ahora diga lo contrario. En la Sierra del Guadarrama, según hemos podido saber, en estos últimos días también se ha incrementado el número de personas que han acudido a los ambulatorios convencidas de haber contraído esta enfermedad, con síntomas que por cierto son bastante similares a los de la gripe tradicional: fiebre, tos, malestar general, además de dolores de cabeza, garganta, musculares, estornudos y, en algunos casos, diarreas y vómitos.
Para evitar la propagación de este complejo virus, las autoridades sanitarias han ordenado que en los centros de salud se creen zonas que permitan poner en cuarentena a los enfermos potencialmente infectados, algo bastante difícil de realizar en instalaciones sanitarias tan precarias como las que tenemos en nuestra comarca, donde se dispone de mascarillas y poco más, porque al menos en los centros con los que hemos contactado ni siquiera se han ampliado, como estaba previsto, las plantillas de médicos y enfermeras.
El miedo escénico está ahí y ni siquiera el anuncio realizado por el Ministerio de Sanidad en cuanto a que, a partir del próximo día 16, tiene previsto el inicio de la campaña de vacunación contra esta gripe, parece haber apaciguado a la gente, más cuando la eficiencia de dicha vacuna se ha puesto en duda. ¿Será porque el número de dosis adquirida por el Gobierno no cubre a la mayoría de la población o simplemente porque esta pócima no ha sido debidamente experimentada en los laboratorios que la han fabricado?.
El PSOE pide en Torrejón que la gestión del hospital sea pública
No es fácil, al menos para mí, entender en algunos asuntos los pronunciamientos de muchos de los políticos socialistas madrileños. Y no lo es porque, por ejemplo, lo que para los dirigentes de Parla suele ser blanco para los de Fuentidueña es rojo. Me explico: la vehemente protesta promovida por el portavoz del PSOE en el Ayuntamiento de Madrid y miembro de la Ejecutiva del PSM, David Lucas (en la fotografía inferior), por la implantación de la tasa de basuras en la capital es algo bastante habitual en consistorios regidos por socialistas, caso de Getafe y Collado Villalba. Pero aún hay más: mientras en el municipio villalbino el alcalde, José Pablo González, ha firmado ya un acuerdo para la cesión de terreno municipal a la Comunidad de Madrid para la construcción de un hospital que será gestionado por una empresa privada, el PSOE de Torrejón de Ardoz solicitó el pasado 28 de octubre, a través de una moción plenaria, que el hospital que se va a construir en este municipio sea de gestión pública. ¿En que quedamos, pues?