Cartas al Director

Contra el aborto y por la vida

El Faro | Miércoles 22 de octubre de 2014
Estuve el pasado sábado en Madrid junta a cientos de miles de personas de distintos credos políticos y religiosos, hombres y mujeres de edades diversas, intelectuales y obreros, estudiantes... En el ánimo de todos sólo había una intención: decirle al Gobierno de Zapatero que los españoles estamos contra esa ley, ya que es una especie de licencia para matar a seres que no tienen otra defensa que la de la sociedad puesta en pie de guerra para manifestar su deseo de que el proyecto no prospere y evitar así el holocausto anunciado. El respeto a la vida es la mayor exigencia que debe asumir cualquier sociedad civilizada. Que nadie se ampare en la democracia para justificar el error de promulgar una ley que permite el aborto libre y que mujeres (yo más bien diría niñas) de sólo 16 años lo puedan utilizar sin consultar con sus padres para corregir otro error: el de haber caído en la trampa de creer que el sexo les podía hacer más felices. Esos embarazos no deseados son la consecuencia de una educación que a los jóvenes se les ha ido metiendo por los ojos y los sentidos, induciéndoles a utilizar preservativos, píldoras, etc. para evitarles mayores ‘contratiempos’. Eso, en vez de enseñarles a respetarse los unos a los otros y a hacer del sexo un acto de responsabilidad con todas las consecuencias. !Que vergüenza!