El Ayuntamiento presidido por José Pablo González paga por este servicio 4.319.526,70 euros
El Faro | Miércoles 22 de octubre de 2014
El pasado mes de julio, el Ayuntamiento de Collado Villalba y FCC, empresa concesionaria del servicio de recogida de basuras y limpieza viaria, acordaron renovar por un año el contrato suscrito hace nueve. Su importe mensual ha pasado de los 321.893,33 euros del año pasado a los 359.960,55 actuales, y el diferencial de casi 40.000 euros corresponde, al parecer, a los aumentos del IPC y por limpiezas extraordinarias en el caso de eventos e imprevistos.
Aún así, tal como denunciaba la pasada semana este periódico, las calles de nuestra ciudad están cada día más sucias; la porquería se acumula en las aceras, renegridas por falta de limpieza, donde las defecaciones de los perros abundan (lamentablemente algunos propietarios de estos animales no colaboran para poder mejorar las cosas); muchos contenedores desprenden un olor insoportable; las papeleras brillan por su ausencia y en las zonas donde disponen de ellas la separación existente entre unas y otras anima al peatón a tirar los desperdicios al suelo. Esta desidia también se aprecia en los márgenes del río, en los parques y con los carteles, panfletos, pegatinas y ofertas de trabajo que ‘decoran’ nuestras calles, muchos de ellos pegados en fachadas, mobiliario urbano e incluso en los escaparates de aquellos establecimientos (cada día más, por desgracia) que ya no tienen actividad.
Incumplimiento de contrato
Al margen del poco civismo mostrado por algunos vecinos (cada día menos), esta situación, según ha podido saber El Faro del Guadarrama, se debe principalmente a que FCC, empresa adjudicataria de este servicio, incumple reiteradamente muchos de los artículos que aparecen en el pliego de condiciones de dicho contrato y que fue aprobado en la sesión plenaria celebrada por el Ayuntamiento villalbino el el 28-09-2000. Por ejemplo, de entrada ya se incumple el compromiso de recoger la basura depositada en los contenedores por las noches; el barrido mecánico (alguna máquina barredora se deja ver de vez en cuando por Honorio Lozano y Batalla de Bailén); los baldeos desaparecieron hace años; el vaciado de papeleras (de las pocas que hay) suele realizarse cada 10 ó 15 días; el riego ha pasado a mejor vida y los camiones autorregadores también han desaparecido; los alcorques se han convertido en auténticas escombreras. Sobre la limpieza de manchas en el pavimento sólo hay que ver el estado en que se encuentran las planchas de granito de las zonas peatonales de Honorio Lozano y Batalla de Bailén, impregnados de manchas de grasa y de chicles, tal como mostrábamos a nuestros lectores la semana pasada en estas mismas páginas. En cuanto a la limpieza de pintadas y retirada de carteles, sólo hay que darse una vuelta por la ciudad para ver hasta qué extremo llega el grado de incumplimiento de la concesionaria. Y para finalizar, el artículo 54 del contrato, dice textualmente: “Los licitadores (FCC) propondrán los medios y recursos necesarios, tanto humanos como materiales, para llevar a cabo, con una periodicidad al menos bimestral, la limpieza del tramo canalizado del río Guadarrama a su paso por Collado Villalba”. El incumplimiento es tal que sólo una o dos veces al año, cuando las protestas suben de tono, la empresa concesionaria ha hecho algún desbroce en el canal o ha retirado algunos residuos de las márgenes del río. Tanto es así que ni siquiera las áreas caninas, donde realizan las deposiciones los perros, se limpian con frecuencia, tal como se puede apreciar en una de las fotografías que hoy les ofrecemos.
Ante tantos incumplimientos, sólo se nos ocurre preguntar: ¿Hay dejación de funciones por parte de los responsables del Consistorio villalbino por no obligar a la empresa concesionaria a que respete el contrato de limpieza? ¿Puede moralmente exigir el Ejecutivo el cumplimiento del mismo si, como hemos podido saber, su deuda con FCC puede superar ya los 4 millones de euros? Sea por una causa o por otra, lo cierto es que Collado Villalba se ha convertido ya en uno de los municipios más sucios de la Sierra del Guadarrama.
Tasa de basuras
El pasado lunes, el Gabinete de Prensa del Ayuntamiento nos envió una nota a título de aclaración, donde pretendían puntualizar que la media de la tasa de basuras publicada por El Faro del Guadarrama el pasado viernes (80 euros de promedio por contribuyente) “duplica prácticamente la real”. Y a esta conclusión, según recoge esa nota, habían llegado basándose en que un 52,25 por ciento de los 24.537 recibos emitidos este año por el Ayuntamiento “están comprendidos en el tramo de 40 a 48 euros, que puede tomarse como media; muy por debajo de la que aparece en la noticia, 80 euros”, una operación que cualquier estudiante de primaria podría poner en tela de juicio. Se dice que las matemáticas es una materia que intenta alcanzar la verdad mediante rigurosas deducciones, definición que parece chocar frontalmente con las teorías de este Gabinete de Prensa a la hora de encontrar la media del importe de la tasa de basuras en este municipio, basándose en que un cincuenta por ciento de los contribuyentes pagan entre 40 y 48 euros anuales por dicho concepto. Y el resto, ¿cuánto? ¿Trescientos, quinientos, mil...? Según hemos podido comprobar, en 2009 el Ayuntamiento ha emitido recibos por el concepto de tasa de recogida de basuras por un importe aproximado de 2.200.000 euros. Si esta cifra la dividimos entre los 24.537 recibos que el Ayuntamiento reconoce que ha puesto al cobro, el resultado es de 89,66 euros, es decir, casi 10 más de la cifra que aquí publicamos la semana pasada, que por cierto también coincidía con la facilitada por otros medios. Incluso, en el peor de los casos (aunque este no sea el más adecuado), si en vez de utilizar la cifra de los recibos emitidos, la operación la hacemos sólo con el importe de los recibos cobrados (1.693.000 euros), dicho promedio rozaría los 70 euros (68,99), que también supera la cantidad facilitada por el Ayuntamiento.