Mariano Rodríguez, el pasado miércoles durante la entrevista que mantuvo con ‘El Faro del Guadarrama’ (Foto: E. P.)
HACE UN LLAMAMIENTO A LA UNIDAD DE LA IZQUIERDA COMO FORMA DE HACER FRENTE AL PARTIDO POPULAR
El que fuera regidor entre 1991 y 1995 apuesta por la participación ciudadana como eje fundamental de su propuesta
ENRIQUE PEÑAS | Miércoles 22 de octubre de 2014
Después de casi 15 años alejado de la política, el que fuera alcalde de El Escorial entre 1991 y 1995, Mariano Rodríguez, ha decidido volver a situarse en el primer plano de la actualidad municipal. A principios del verano ya mostró su intención de encabezar un proyecto que de alguna forma recuperase la ilusión que en su momento generó el Foro; después presentó el documento Por la unidad de los progresistas de El Escorial; y ahora, en una entrevista con El Faro del Guadarrama, detalla algunas de las claves de esta propuesta.
Empecemos por centrar las cosas: ¿Cómo, cuándo y por qué llega esta decisión de regresar a la política?
En primer lugar, me llamó la atención que después de las elecciones de 2007, en las que el Foro Progresista pasó de nueve a seis concejales, no se hubiese percibido externamente ninguna autocrítica, y eso se fue prolongando en el tiempo. Me quedé extrañado, porque de partidos progresistas y de izquierda esperaba un paso en ese sentido, y no lo vi; lo comenté en casos aislados con algunos compañeros de los dos partidos que componían el Foro y también con algún independiente. Parece que siempre había quejas recíprocas, pero que no se acababan de manifestar de manera transparente entre ellos. Esto se fue acentuando, en lo que yo llamo una especie de desafección. Siguiendo con ese problema y con lo que procuro llamar apariencias o sensaciones, no conocimiento exacto de las cosas, porque no estoy en el meollo, eso se fue acrecentando, a mis ojos y también a la de la multitud de gente con la que vas hablando. Personas que sabes que han votado a la izquierda toda la vida, bien al PSOE o bien a IU o luego al Foro, y coincidíamos en estas valoraciones. Volvías a hablar con personas de los núcleos internos de ambos grupos y seguías notando la progresiva divergencia, que se ha manifestado incluso en votaciones muy concretas, como en los presupuestos y en la modificación del Plan Parcial del Ensanche, donde hubo hasta cuatro posiciones distintas. Lo último que me dijeron, desde el PSOE, es que aunque no había decisiones adoptadas, se estaba en la consideración de concurrir en solitario a las próximas elecciones de 2011. Luego tuve un tiempo para reflexionar más, y me permitió pensar y hablar con gente, con la idea de hacer una llamada a la sensibilidad cooperadora, para ver si volvían a la antigua situación ilusionante del principio, pero sin que se mostraran muy proclives a esta idea. Y entonces lo expuse de una manera formal. Lo que quiero dejar claro es que no tengo ningún afán de protagonismo; si me interesa este tema es porque me desilusiona mucho que esto se caiga. Me sentí muy ilusionado en 2003, cuando fueron las primeras elecciones en las que se presentó el Foro. Y ahora creo que merece la pena rescatar esas sensaciones, y eso es lo que me ha ilusionado a mí y también a otras personas.
Precisamente parece que esa ilusión que generó el Foro Progresista en su momento se perdió demasiado pronto...
Sí, yo creo que a partir de los dos primeros años de mandato se observó que declinaba mucho la estrella de esa ilusión de participación integral que se transmitía. Yo creo que Lorenzo [Fernández Fau] ha sido un alcalde excepcional de puertas para dentro, para gestionar económicamente el Ayuntamiento y en cuestiones de organización interna, pero ha estado como en una burbuja, y probablemente no se ha dado cuenta; no lo atribuyo a mala fe ni a negligencia, porque no había percepción de esta cuestión. Estaba muy centrado en el saneamiento económico, trabajó mucho en ese sentido, y me consta que los números salían muy bien y que ahora el PP está haciendo tabla rasa de aquello y volviendo a los malos números. Pero el ejercicio de la política también es importante transmitir al ciudadano lo que estás haciendo, y si no tienes ese contacto vas perdiendo la capacidad de llegar a la gente.
Otro de los aspectos a los que se hace referencia en este documento es a la participación como elemento fundamental en la acción política...
Sí, pero con una metodología. No se trata de cosas frías o distantes, sino que ya ha sido probado y contrastado. Si hablamos de participación integral tenemos que hablar de Agenda 21 Local, de Pacto de Ciudad, de los compromisos de Aalborg, y todo eso implica que hay unos estándares, pero es algo que arroja resultados positivos para la ciudadanía. La participación que se hizo en la campaña electoral de 2003, y quizá en alguna fase del mandato, fue de muy buena fe, muy ilusionante, pero nada articulada. Es decir, se puede decir que se van a hacer mesas de trabajo y reuniones, pero debe existir un método, y yo quiero llamar la atención sobre eso. No es algo que se hace de la noche a la mañana, sino que hay un camino y se debe trabajar a largo plazo. Se está proponiendo un cambio de alcance, estructural, e involucrando a todo el mundo: gobierno, oposición, empresas... Es un pacto socioeconómico, de sostenibilidad integral.
¿Y cuál ha sido la respuesta hasta el momento a esta propuesta, tanto desde los vecinos en general como desde las filas de PSOE e IU?
A la gente progresista, e incluso alguno de derechas, no le parece mal la idea, al menos en la parte participativa. Sin embargo, veo más remisión a medida que te vas acercando al núcleo de las dos estructuras. En IU he visto que hay sólo discreción, y en el PSOE más bien casi hermetismo. Más o menos consiguen que no se divulguen externamente los posicionamientos que tienen frente a esta propuesta, pero siempre hay algún fleco que te permite vislumbrar algo, y lo que yo veo hasta ahora es cautela. Creo que consideran que es muy prematuro por el tiempo que falta para las elecciones, y sin embargo yo veo que es tarde y que ya se tenía que haber empezado a trabajar, desde las últimas elecciones, e incluso antes. Tampoco entiendo que se me diga desde algún ámbito que el 95 por ciento de lo que está aquí ya estaba. Y yo pregunto: ¿Cómo va a estar? Si estuviese no se hubiesen cometido los errores y defectos a los que hago referencia.
¿Ha contemplado en todo caso la posibilidad de que PSOE e IU rechacen esta colación renovada?
Sólo contemplo en el horizonte la posibilidad de que se entienda de manera positiva, con un proceso de acercamiento y con una mínima intención de debate. También existe otra posibilidad, pero no creo que se den las circunstancias, y es que esta propuesta no se tenga en cuenta en absoluto o que se vislumbre que la razón para que no se contemple es que no se quiere hacer una renovación de personas. Si esto no se hace, se vaya juntos o separados, el fracaso está asegurado, porque la gente identifica con ciertas personas la derrota electoral y la razón por la que disminuyó el voto a esta opción conjunta. Si no se quiere entrar a debatir porque el objetivo es mantener a las mismas personas, entonces podríamos que empezar a vislumbrar otra posibilidad: ya que no hay unión, por lo menos introducir en el Ayuntamiento, en la parte progresista, una renovación a través de otra candidatura.
Es decir, que existe la opción de presentarse en solitario...
Es que no puedo contemplar eso, porque sería tan tremendo que ocurriese que no es ninguna opción, sólo una teorización intelectual. No me planteo que el PSOE e IU, en donde hay gente progresista, personas que conozco y que son totalmente asequibles y razonables, llegue el momento de que alguien plantee algo, aunque sea crítico, y no fuesen capaces de entrar en esta dinámica de diálogo. En ese caso a lo mejor en vez de hablar de unión renovada hay que hablar de renovación unitaria en lo que se pueda, pero no creo que estemos en esa situación, me parece descabellado.
En este documento se mantiene también que existe el riesgo de que el PP permanezca en el gobierno durante muchos años...
Sí, si no se ataja esto llevamos camino de que ocurra lo que en San Lorenzo: la consolidación de la derecha, por una serie de circunstancias sociológicas y por la falta de unión de la izquierda. Lo que no puede ser es formar una coalición y, como no se gana, hacer una oposición deslabazada, cada uno a lo suyo, sin método. Eso tiene que estar previsto, manteniendo la cultura de cooperación.
LA VALORACIÓN DE LA GESTIÓN DEL PP
“Desde un planteamiento global de las cosas, la participación ciudadana, tal y como yo la entiendo, que debe ser integral, no existe, y ese ya es un defecto de entrada. Además, el PP está poniendo el carro delante de los bueyes: primero comunicación, y luego ya veremos si hay algo de gestión. La foto, la comparecencia ante los medios es permanente; es la carcasa, y en cambio lo que hay detrás es casi nada. Lo de dejar el desarrollo del Ensanche en 500 viviendas me parece una barbaridad; aquí han contado con el voto favorable de parte del Foro, y con eso sí que soy muy crítico, porque después de los años que se lleva esperando en El Escorial para realizar una modificación del planeamiento urbano, que todo se quede ahora en 500 casas y una insuficiente zona dotacional y empresarial, me parece que va a ser otra vez la asignatura pendiente, con un problema añadido, y es que este modelo se va a consolidar, y cuando se acabe el mandato se habrá empezado ya a desarrollar materialmente, no sólo en los planos, y eso condicionará el futuro. Hay quien dice que a se ha querido contentar a todo el mundo: a los ecologistas, a la gente a la que le iban a expropiar, etc. Pero para mí lo fundamental es que han querido mantener contenta a Esperanza Aguirre, porque se consolida un modelo sociológico de personas que van a vivir en unas viviendas de dos alturas, por muy modestas que sean. Eso va a sesgar el signo ideológico del pueblo para orientar la votación a una delgada línea, y creo que esa línea va a estar a la derecha, como pasó en su momento en Majadahonda. Ese cambio, en pequeña escala, ya se ha empezado a producir en San Lorenzo, y la izquierda tiene que oponerse, por lo menos votando en contra”, concluye Mariano Rodríguez.