El Faro | Miércoles 22 de octubre de 2014
Las casualidades existen, pero en política son pocas las cosas que se dejan al azar. Quizá por eso resultan especialmente sorprendentes las revelaciones acerca de la intentona de Francisco Correa, cabecilla de la presunta trama de corrupción Gürtel, de desembarcar en Torrelodones, utilizando como intermediarios a los ex ediles del Partido Popular de Majadahonda José Luis Peñas y Juan José Moreno, y poniendo en el punto de mira a Reyes Tintó y Jesús María Pacios, los dos concejales díscolos que provocaron una fuerte crisis institucional a finales de la pasada legislatura, denunciando los supuestos intereses del proyecto del Área Homogénea Norte.
La idea de Correa (a quien parece que le gustaba que le llamasen Don Vito) era montar un partido político que hiciese competencia al propio PP, con un aire un tanto chusco en las formas, aunque con unos objetivos bien claros. El proyecto no se materializó (Pacios negó ayer cualquier relación con Correa), aunque sabido es que este caso dio lugar a un prolongado culebrón político que acabó poniendo a los populares al borde de la derrota electoral en este municipio, entre otras cosas por la irrupción con una fuerza inédita de Vecinos por Torrelodones, que acabó situándose como segundo grupo de la localidad por número de representantes en el Ayuntamiento, superando incluso al PSOE y compartiendo con Tintó y Pacios las críticas al desarrollo del AHN -considerado “inviable” por la Comunidad de Madrid, como también informamos en esta edición- como argumento principal de su oposición. Torrelodones, ahora lo sabemos -así consta en el sumario de la investigación de la operación Gürtel- fue uno de los escenarios elegidos por Correa para actuar, llegando a señalar que Esperanza Aguirre estaba detrás de los supuestos intereses especulativos. Parece que su idea no llegó a cuajar, al menos en su concepción inicial, pero estas nuevas revelaciones vienen a poner un nuevo foco en un entramado que en su momento suscitó muchas preguntas y dejó otras tantas respuestas en el aire, cuya contestación puede que ahora esté mucho más cerca.