MADRID
Redacción | Miércoles 22 de octubre de 2014
El maestro Carlos Escolar “Frascuelo” dejó el pasado domingo 18 de junio, en la plaza de Las Ventas de Madrid, detalles de su inmarchitable y añeja torería. La afición venteña que tanto cariño le procesa pudo disfrutar de pasajes del sabor y empaque que le caracterizan.
Fue en el segundo de la tarde, con el hierro de “El Serrano”, cuando el veterano diestro madrileño dejó muletazos garbosos, con sabor, con despaciosidad y con una cadencia que hoy en día ya no se ve. Su colocación en los cites con reminiscencias antoñetistas supuso un deleite, así como las trincherillas y muletazos sueltos que quedaron sellados en las retinas del aficionado. Su faena no fue redonda, ni completa, pero bastó eso para que sintiera una cerrada ovación de su público.
Con el cuarto toro, al que se le castigó en exceso en el tercer puyazo, llegó muy aplomado al último tercio, y “Frascuelo” sólo pudo mostrar deseos. Es un desperdicio que toreros de este corte apenas se enfunden la taleguilla y que sean víctimas del maltrato de los empresarios, en un claro ejemplo del poco romanticismo que poseen al no contar en sus ferias con diestros así, decantándose por toreros vulgares y pesados que están en la mente de todos.
La corrida de “El Serrano” estuvo ayuna de raza, fortaleza y clase, pero tuvo un toro, el primero de la tarde, con unas virtudes para que fuesen aprovechadas de otro modo por el torero, en este caso Francisco de Marco, que confirmaba alternativa.
El diestro navarro, que estuvo muy aseado y templado, consiguiendo dar una vuelta al ruedo, no dio con la tecla precisa para cuajar un astado que tenía una clase, una calidad y un temple sublimes para que hubiera cortado las dos orejas. Se acordará el torero mucho tiempo de este ejemplar de “El Serrano”. El sexto ya fue distinto, y aunque el diestro puso mucha voluntad, yéndose incluso a portagayola, el animal no le dio el triunfo que De Marco ansiaba. El premio gordo era su primero, y es que cuando pasa el tren, en este caso el toro, o se coge, o se marcha de estación.
Por su parte, Óscar Higares pechó con el peor lote de la corrida. Ni su primero del hierro titular ni el soso sobrero de Juan Albarrán dejaron a Higares mostrar más que su oficio.
Mañana, novillada con picadores
La temporada venteña prosigue el domingo, 25 de junio, con la celebración de una novillada picada. Se lidiarán seis utreros de “Campo Amor” para Diego Ramos, Sergio del Valle e Iker Cobo, que se presenta en Las Ventas. La novillada comenzará a las siete de la tarde.