EDITORIAL
El Faro | Miércoles 22 de octubre de 2014
Drante este fin de semana coinciden en la Sierra varias fiestas (Galapagar, San Lorenzo) en las que la presencia de gente suele ser muy importante, y especialmente de jóvenes.
Los recientes sucesos de Pozuelo de Alarcón todavía están en la memoria, convirtiéndose en un motivo más para extremar las medidas de seguridad estos días, de modo que las peleas o altercados no enturbien jornadas que deben estar marcadas por la diversión, la tradición y el respeto. A pesar de que en casos como estos es prácticamente imposible evitar al cien por cien que haya algún tipo de incidentes, sí está en manos de las autoridades locales la posibilidad de minimizar estos hechos. La actuación de la Policía debe ser exhaustivo para prevenir males mayores, aunque la presencia de los agentes pueda resultar molesta precisamente para quienes no entienden que las fiestas son exclusivamente para divertirse. Tampoco conviene olvidar la importancia de la educación y el control de los padres sobre sus hijos como elementos fundamentales si después no queremos lamentar actos vandálicos como los que protagonizaron los informativos el pasado fin de semana.