El mirador
G. D.
El Faro | Miércoles 22 de octubre de 2014
Es conocido públicamente que la gestión de personal en el Ayuntamiento de Collado Villalba no está pasando por un momento brillante. Son muchos los problemas que se han ido sucediendo desde hace tiempo; son varios los procesos de castigo empleados en contra de aquellos trabajadores municipales que no son afines al Equipo de Gobierno, son numerosas las injusticias cometidas y son varios los despidos inmorales y por capricho.
Al tiempo, y en cierta lógica tratándose de actuaciones de este tipo, son varios los trabajadores que por prestarse al juego y cumplir bien su papel de fiel escudero gozan de total impunidad y actúan de forma que mejor les venga en cada momento, ascendiendo en el escalafón y en sus retribuciones en la misma medida que van perjudicando a otros trabajadores ‘molestos’ o ‘infieles’. Uno de ellos incluso se ha llegado a autoproclamar presidente del Comité de Empresa pese a no tener el necesario apoyo mayoritario de los trabajadores, y todo ello con la connivencia del Gobierno de José Pablo González. Y lo que aún es más grave: ese señor se ha dedicado a faltar al respecto de forma pública y reiterada a otros trabajadores municipales. Ahora, por fin, acaba de ser condenado por un juez por un delito de faltas e injurias.
Pues bien, aquí no pasa nada, ni él como representante sindical, ni su sindicato (UGT), ni el Equipo de Gobierno han tomado ningún tipo de medida al respecto. Nadie tiene en consideración hacer siquiera un mísero comentario en relación con el asunto. Aquí paz y después gloria... mientras otros están expedientados, sancionados e incluso despedidos por mucho menos o simplemente por nada.