El vandalismo juvenil desborda a las autoridades policiales y municipales

Mientras el Ayuntamiento de Torrelodones se afana por convertir la seguridad y tranquilidad de sus vecinos en un referente entre los pueblos madrileños, algunos jóvenes dedican sus horas libres a procurar lo contrario.

El vandalismo en este municipio es un serio problema desde hace varios años, al suponer un gasto extraordinario en reparaciones para las arcas municipales. Pero en el último curso, los actos de una banda de adolescentes de la localidad han aumentado en número y gravedad.

El polideportivo municipal ha registrado en el último año varios asaltos con diferentes roturas y robos de diverso material. El último incidente consistió en la rotura de las cristaleras de las puertas de acceso y de las vitrinas de trofeos. Incluso se llegó a romper la réplica del estadio Bernabéu, que regalaron los veteranos del Real Madrid al Ayuntamiento cuando fueron invitados a la inauguración del césped artificial del campo de fútbol. Pero la preocupación de vecinos y autoridades no se refiere sólo a estos daños, que son cubiertos por el seguro de las instalaciones. Lo que empieza a preocupar por los riesgos que conlleva son los incendios de papeleras y contenedores de basura, que han llegado a ser lanzados ardiendo por algunas calles.
‘Graffitis’ en el monte
Los graffitis se han convertido en otro serio problema, ya que no sólo afectan a zonas urbanas, como hasta ahora. El Monte de los Ángeles, con roquedos de gran valor medioambiental, ha recibido la visita de estos jóvenes y sus botes de spray. El temor de los vecinos de este entorno no es únicamente la degradación de este paraje, sino el riesgo de incendio. Como denuncia una vecina del Camino de la Dehesa, “los fines de semana, antes de que anochezca, grupos de chicos y chicas jóvenes suben al monte cargados de bolsas con bebida del supermercado que abre 24 horas. Y si a algunos de ellos les da por quemar contenedores y a otros por pintar las rocas, quién dice que algún día no hagan fuego ahí dentro. Y todo ese campo es una pira de leña seca”.

Al parecer, una de las medidas que estudia el Ejecutivo es la posible instalación de cámaras de videovigilancia, si bien sería difícil llegar a todas las zonas. El otro gran problema con que se encuentra tanto la Policía Local como la Guardia Civil es que estos jóvenes a los que ya han detenido en varias ocasiones son, en su mayoría, menores de edad, por lo que es complicado actuar con medidas sancionadores. Mientras autoridades y padres no encuentran el medio de reprimir las tendencias de estos adolescentes sin perjudicar sus derechos, los vecinos esperan que las vacaciones escolares y las próximas fiestas de La Colonia no incrementen estos episodios.