Opinión

La fuerza emergente de UPyD en la Sierra

Luces y Sombras

¿Otra trama de espionaje en Torrelodones? - El PGOU de Galapagar

Manuel J. Ortega | Miércoles 22 de octubre de 2014
Los buenos resultados obtenidos por UPyD en las pasadas elecciones europeas en la zona Noroeste de Madrid siguen generando numerosos comentarios, sobre todo en los medios de comunicación madrileños que, a día de hoy, continúan realizando diversas lecturas, sobre todo al extrapolar los buenos resultados conseguidos por esta formación el pasado 7-J con los que podría alcanzar caso mantener la misma progresión en las urnas en futuras convocatorias electorales.

Pero al margen de cualquier tipo de pronóstico a corto o medio plazo, ya hay una realidad tangible, y ésta no es otra que UPyD se ha convertido en la tercera fuerza política de la Comunidad de Madrid gracias a los más de 150.000 votos obtenidos en nuestra región. Lo mismo sucede en la Sierra del Guadarrama, donde ha doblado en votos a IU.

Pocos parecen poner en duda la fuerza emergente del partido de Rosa Díez, aunque sí la procedencia de sus respaldos. Unos apuntan a que UPyD se beneficia del desencanto de los votantes socialistas; otros ven como víctimas a los populares, y los más hablan de que el éxito radica en el descontento existente entre los partidarios de los dos partidos mayoritarios, que en vez de interesarse por dar respuesta a las demandas de la sociedad y solucionar los problemas de los ciudadanos, sobre todo en momentos tan críticos como los que estamos viviendo, dedican gran parte de su tiempo a mantener batallas absurdas entre ellos.

Collado Villalba es uno de los municipios madrileños donde UPyD también ha obtenido un excelente respaldo electoral. Con 1.939 votos, doblan a Izquierda Unida, y esto, a priori, les coloca como partido bisagra de cara a las elecciones municipales de 2011, pues si logran mantener la progresión de estos últimos años pueden llegar a conseguir entre 2 y 4 actas de concejal en la futura Corporación villalbina, lo que pondría en solfa cualquier posibilidad de mayoría absoluta. Otro tanto puede suceder en Galapagar, Torrelodones, los dos escoriales o en Moralzarzal, siempre que este partido mantenga su alta progresión en los resultados electorales. No obstante, y de cara a unos comicios locales, el éxito del partido de Rosa Díez quedará en parte supeditado al tirón y credibilidad que puedan tener sus cabezas de lista en los municipios donde concurran, y también a que los mensajes y programas resulten más atractivos que los de sus competidores. Y esa asignatura aún la tiene pendiente UPyD.

Los ex concejales del PP Reyes Tintó y Jesús María Pacios, que en 2006 denunciaron sin mucho éxito la existencia de presuntos casos de corrupción urbanística en el Ayuntamiento de Torrelodones, dicen sentirse impresionados después de conocer el pasado martes a través de la Cadena Ser que podían haber sido espiados. Según las mismas fuentes, también aparece implicado en este complejo asunto el notario de esta localidad, Benito Martín Ortega. Según la citada emisora, los seguimientos a estas personas se realizaron a partir de agosto de ese mismo año.

A tenor de lo desvelado por Ser Madrid, ninguno de los dos informes contiene grandes revelaciones, y los dossier muestran datos sobre las cuentas bancarias de ambos ediles, así como el seguimiento de un supuesto equipo de vigilancia durante nueve días a Jesús María Pacios, donde se incluyen fotos de su hija menor en el cine y en la calle.

La polémica parece servida y mientras Reyes Tintó, Pacios y Benito Martín anuncian su intención de personarse en los dos juzgados donde se tramita la causa de la trama del espionaje en el seno del PP madrileño, el PSOE ya ha pedido una comisión de investigación en este Ayuntamiento para intentar esclarecer un caso que, salvo que los tribunales digan lo contrario, tiene tintes de una larga historia de espías por entregas o culebrón por fascículos que el consejero de Presidencia, Justicia e Interior, Francisco Granados, calificó en su momento como ‘novela rosa’.

Lo que intuíamos podía convertirse en la crónica de una muerte anunciada, lo zanjó el alcalde de Galapagar, Daniel Pérez, al anunciar hace unos días que el nuevo Planeamiento Urbanístico de este municipio tampoco se aprobaría en la presente legislatura. La reacción del PSOE no se ha hecho esperar y así, su portavoz municipal, Carmen Andonaegui, después de acusar al edil de Urbanismo y miembro de la Plataforma de Vecinos, Luis Remacha, de ser incapaz, tras dos años de gestión, de presentar siquiera un esbozo consensuado sobre el futuro PGOU, añadió que “la renuncia del alcalde a seguir adelante con el nuevo planeamiento se debe a que el Partido Popular aspira a conseguir en las próximas elecciones mayoría absoluta, prescindir de los ‘lacayos’ de la Plataforma, aguantar el vendaval de la crisis sin mayores polémicas y finalmente presentar un Plan de Ordenación Urbana que defienda lo intereses personales de los mandatarios de siempre, lo que convertirá a Galapagar en una megaciudad”. El pronóstico ahí queda.