Opinión

Comerciantes, crisis y pesimismo

Luces y Sombras

Todos contra el fuego - Las ayudas económicas del Ejecutivo de Becerril

Manuel J. Ortega | Miércoles 22 de octubre de 2014
Aunque a mí eso de los ‘brotes verdes’ me suena a cachondeo, tengo que reconocer que ya son muchos los que creen que la crisis ha tocado fondo y que a partir de ahora empezaremos a mejorar. En nuestra comarca, donde esta dura recesión se ha cobrado ya 12 expedientes de regulación de empleo (ERE) que han afectado a 156 trabajadores y en la que, tras el pinchazo de la burbuja inmobiliaria, el sector servicios se ha convertido en la columna vertebral de nuestra economía, los pequeños comerciantes y muchos autónomos parecen otear con cierta cautela y a medio plazo un futuro más esperanzador .

O al menos eso es lo que uno ha podido apreciar tras los contactos mantenidos en estos últimos días con algunos propietarios de comercios ubicados en la Sierra del Guadarrama. Así, el gerente de una conocida tienda ubicada en Collado Villalba me comentaba que “los pequeños comerciantes debemos estar más unidos que nunca. No podemos dejarnos influir por ese catastrofismo que algunos ponen de manifiesto cuando dicen que el centro de la ciudad está muerto, que si hay no se cuántos locales vacíos, que el consumidor prefiere las grandes superficies. Eso sí que no es positivo. A mí lo que me preocupa, sobre todo después de ver lo que pasó en Honorio Lozano y Batalla de Bailén, es la obra de la calle Real, especialmente tras comprobar lo que está pasando en Madrid con los trabajos de la calle Serrano. Cierto es que esta calle no puede seguir así, por eso nos queda rezar o confiar que esta vez el Ayuntamiento quiera controlar al constructor para que éste genere las mínimas molestias posibles a nuestros clientes”.

Por otro lado, un comerciante de San Lorenzo de El Escorial, se quejaba de que el turismo ha bajado este año en el Real Sitio “pero aún así, y al margen de los retoños verdes de marras, yo soy de los que creo que nosotros somos los menos indicados en alimentar esa psicosis de pesimismo. Todo lo contrario: debemos colaborar en devolver la confianza al consumidor porque si lo conseguimos vamos a salir fortalecidos de esta crisis, ya que la gente compra en las grandes superficies por impulso, pero en las pequeñas tiendas lo hace por necesidad, y esa, haya crisis o no, siempre existirá”.

La Comunidad de Madrid ha anunciado que desde el pasado lunes y hasta el 15 de octubre está prohibido hacer cualquier tipo de fogatas y barbacoas en todos los montes de la región, incluidas las zonas recreativas. Las sanciones por el incumplimiento de esta normativa van desde los 1.000 euros (casos leves), los 100.000 (faltas graves) y pueden llegar a un millón de euros en las muy graves. Un año más el Ejecutivo regional promueve una campaña en la que pone de manifiesto el riesgo que conlleva hacer fuego en el campo, sobre todo durante la temporada estival, donde a la escasa pluviosidad se une la sequedad del terreno, factores esenciales para la propagación del fuego. Afortunadamente, los madrileños cada vez están más mentalizados en todo aquello que tenga que ver con los incendios y así, el pasado año la superficie quemada en nuestra región ascendió a sólo 4,2 hectáreas de monte arbolado, convirtiéndose en la de menor incidencia de la última década. Y para mantener estos índices de siniestralidad durante los próximos meses, un total de 2.000 personas, 550 de ellas profesionales de los retenes forestales, dispondrán de 84 unidades terrestres y cuatro helicópteros con brigadas para llevar a cabo las labores de prevención y extinción de los posibles incendios forestales.

La mayoría de los madrileños siguen viendo en estos incendios un peligro potencial tanto para el medio ambiente como para la integridad física de las personas, aún así convendría reforzar las campañas de prevención porque lamentablemente aún hay muchas personas que no temen este tipo de riesgos hasta que las llamas alcanzan las ventanas de sus propias casas.

Lamentablemente, la crisis económica y social que afecta a nuestro país ha hecho mella en muchas familias que se han quedado sin trabajo, sin ahorros y sin vivienda y a merced de la generosidad de las instituciones. Becerril de la Sierra es uno de los municipios donde la demanda de ayuda, por parte de algunas familias, ha llegado a la propia Concejalía de Servicios Sociales, que ante la limitación de sus recursos y ante la preocupante situación suscitada lo puso en conocimiento del Ejecutivo presidido por el popular José Conesa, quien ha optado por crear un fondo de dinero en efectivo que permita abordar de forma inmediata cualquier tipo de solución extrema. Para ello sus componentes se han comprometido a destinar la décima parte de sus sueldos para poder abordar los graves problemas que sufren algunas familias de la localidad. Loable decisión que mucho nos tememos no será secundada por otros ediles que perciben salarios mucho más cuantiosos.