El Faro | Miércoles 22 de octubre de 2014
En el resto de municipios de la comarca quizá el acontecimiento político más relevante en este primer tramo de la legislatura haya sido el cambio de alcalde en Guadarrama tras la renuncia de José Ignacio Fernández Rubio, quien se incorporó en julio de 2008 al Gobierno regional de Esperanza Aguirre como viceconsejero de Empleo y Mujer. Se convertía así en el primer político serrano que daba el salto al Ejecutivo autonómico.
A partir de ahí se abrió un rápido proceso de cambio en el que primero se apuntó como sucesor a Miguel Rodríguez Bonilla, si bien el primer teniente de alcalde apeló a razones personales para dejar que corriese la lista hasta detenerse en la figura de la entonces concejala de Servicios Sociales, Carmen María Pérez del Molino, que a principios de agosto tomó posesión de su cargo, convirtiéndose en la primera alcaldesa en la historia de Guadarrama.
No tardaron en llegar los problemas, primero por la dificultad para sacar adelante el proyectado Plan General, y sobre todo por el agravamiento de la crisis económica, que se manifestó en dos vertientes fundamentales: por un lado, en el aumento del número de desempleados y por tanto de los casos de emergencia social; y por otro, por el aumento de la deuda del Ayuntamiento con los proveedores. A esto último se dio solución recientemente gracias al jugoso acuerdo firmado con el Canal de Isabel II, por el que el Consistorio ingresaba limpios unos 15 millones de euros. En cuanto a los parados, desde el Ejecutivo están intentando poner en marcha diversas acciones para paliar en lo posible esta situación. Uno de los proyectos más ambiciosos en este sentido pasa por la creación de un centro de salud mental en la antigua residencia del Banco Hispano situada en la subida al Puerto del León. Así las cosas, lo que parece que tendrá que esperar todavía es el proyecto de la nueva plaza de toros, mientras que de cara a las próximas fiestas la regidora ya anunció recortes importantes: se suprimirá un concierto y también la novillada concurso de ganaderías.
En el resto de municipios de la Sierra no hemos asistido a grandes novedades más allá de la proliferación de obras (y vallas) como consecuencia del Plan Zapatero. Algunas actuaciones han sido más ambiciosas, como la remodelación del casco urbano en Moralzarzal, y en otros casos se ha optado por varios proyectos de menor entidad.
Por otra parte, el urbanismo ha protagonizado nuevamente muchos titulares, desde los frustrados intentos por poner en marcha Los Praderones (Moralzarzal) a una disputa que ya está adquiriendo un carácter clásico: las discrepancias acerca del Área Homogénea Norte de Torrelodones, un tema que incluso llegó a la Unión Europea a través de una comparecencia del alcalde, Carlos Galbeño, quien defendió la actuación del Ayuntamiento conforme a la legalidad, lo que no acalló las críticas de los grupos de la oposición, principalmente VxT. En este sentido, Actúa ha convocado para hoy, viernes, una nueva reunión con el fin de solicitar una consulta popular para debatir acerca de este controvertido proyecto. Tampoco ha faltado la polémica en Alpedrete, esta vez por un PGOU que también se está haciendo de rogar. Informes contradictorios, cruce de acusaciones y descalificaciones han estado a la orden del día, en uno de los municipios serranos donde la vida política ha estado más agitada. Prueba de ello es la protesta -culminando con un encierro- de los grupos de la oposición por la falta de un despacho propio. Entre los logros, el Ejecutivo que preside Marisol Casado se ha apuntado tantos como la inauguración de la piscina cubierta o los trabajos de mejora en las vías pecuarias.