Redacción | Miércoles 22 de octubre de 2014
Miles de personas se acercaron ayer a la capilla ardiente Rocío Jurado, instalada en el Centro Cultural de la Villa de Madrid, para rendir un último homenaje a la cantante de Chipiona. Como ocurrió hace algo más de una década tras el fallecimiento de Lola Flores, las colas se repitieron para despedir a la tonadillera, que murió sobre las 5.15 minutos en su casa de la urbanización de La Moraleja (Alcobendas), casi una semana después de sufrir un grave empeoramiento. La capilla ardiente permaneció abierta hasta las 20.00 horas, y hasta allí acudieron también numerosos representantes de la vida cultural, social y política, entre ellos el alcalde de la capital, Alberto Ruiz Gallardón, y la presidenta regional, Esperanza Aguirre. Los representantes de los tres grupos parlamentarios en la Asamblea de Madrid también lamentaron la muerte de la artista. Además, la máxima mandataria del Gobierno autonómico anunció que la Comunidad de Madrid rendirá a Rocío Jurado “un gran homenaje”, aunque todavía tendrá que pasar un tiempo prudencial para que la familia se recupere de este duro golpe. Igualmente, Aguirre anunció que un centro educativo de la región será bautizado con el nombre de la cantante, para quien tuvo grandes palabras de elogio, tanto desde el punto de vista artístico como desde el personal. “Los madrileños nunca olvidaremos que eligió vivir entre nosotros”, concluyó la presidenta autonómica. (Fotografía: Ayuntamiento de Madrid).