EN LA DE CORRIDA DE REJONES, PABLO HERMOSO DE MENDOZA CORTÓ TRES TROFEOS
ALFREDO FERNÁNDEZ | Miércoles 22 de octubre de 2014
El protagonista de esta semana en Las Ventas ha sido Sebastián Castella, que consiguió abrir una Puerta Grande que se le resistía. La del jueves 14 de mayo fue la mejor actuación del francés en Madrid. Su toreo ha evolucionado. Ya no es sólo el arrimón porque sí, y ahora a sus muletazos los ha dotado de más trazo y longitud; engancha a los toros más adelante y los lleva largo por bajo.
Otra cosa ya es que se discuta si la Puerta Grande era merecida o no. Pero Castella entendió bien a su primer toro de Garcigrande, un animal muy manso al que diestro francés le sujetó bien y le toreó por bajo y muy largo. Faena de entidad, donde exprimió bien a su oponente y tras una buena estocada paseó una oreja muy justa.
Su segundo le embistió bien por el derecho y Castella lo aprovechó. Tras un espectacular comienzo de faena, el francés le ligó tandas ceñidas y templadas por abajo de mucha emoción. Por el lado izquierdo, el toro no le ayudó igual y el torero tampoco le cogió el aire igual que por el pitón derecho. La media estocada fue caída, sin duda. El torero triunfa en San Isidro y gana crédito.
Morante de la Puebla mostró mucha disposición con un mal lote. Esta en un momento dulce y si le embiste un toro puede armarla. No ha dicho todavía su última palabra.
No podemos decir lo mismo de Alejandro Talavante, que se mostró ausente y apático en esta corrida de Garcigrande, donde su último toro mereció más que lo hecho por el torero.
Luis Bolívar y Téjela
Luis Bolívar cortó una oreja importante el miércoles 13 a un encastado toro de Las Ramblas, que lidió tres ejemplares de muy buena nota, con movilidad, nobleza y gran final.
Fue una faena sincera y comprometida, entendiendo bien en el sitio y en las distancias a este excelente toro.
Sufrió una cornada de 15 centímetros, se mantuvo en el ruedo y tras una estocada paseó una de las orejas de mayor peso de lo que va de feria.
Juan Bautista aburrió a las ovejas y se le escapó un buen toro de Las Ramblas, mientras que El Fandi estuvo digno y en su línea de torero bullidor, aunque esta plaza no comulgue con su toreo.
La otra oreja de esta semana fue para Matías Tejela en el festejo celebrado el día del patrón. Se la cortó a un sobrero de Fernando Peña que manseó, pero que rompió a bueno y franco de forma abrumadora. Estuvo bien Tejela en una faena reposada y con naturalidad, con pasajes toreando, ritmo y mucho gusto. El toro le ayudó y Tejela se sintió. Un pinchazo y una estocada baja hicieron que hubiera división al recibir el trofeo.
En esta corrida se lidiaban astados de Toros de Cortés que mansearon y tuvieron sosería y poca trasmisión.
El mejor fue el que hirió de gravedad en el muslo a Antonio Ferrera. No se estaba acoplando a la embestida del toro, pero el público le trató con mucha severidad. Se mantuvo hasta matarlo, pero el público no lo valoró y hay darle su importancia.
El sábado 16 sí embistieron tres toros de José Escolar que no fueron aprovechados en su justa medida. El lote de Sánchez Vara fue excelente: un primero tardo pero que luego embestía con poder y celo, y un sexto para hacerse rico el torero. Vara siguió su línea populachera y en Madrid eso no vale. Hay que hacerlo por la vía de la verdad y del toreo bueno. Se le escapó una oportunidad. Sí pudo cortar Rafaelillo una oreja a su primero. Le cogió bien el sitio, estando muy por encima en una labor de buen pulso y dominio. A Fernando Robleño le tocó bailar con la más fea y tuvo un actuación muy seria y de torero cuajado y maduro.
La segunda novillada del ciclo del lunes fue una decepción. Los novillos de La Quinta fueron tan dulces como sosos, y hasta dos utreros fueron al corral por flojos. Miguel Ángel Delgado toreó muy despacio y con exquisito temple a un novillo de embestida dulce y demasiado sosita. Dejó unas sensaciones magníficas y su faena es de las que calan en el público. Sin embargo, todo se echó a perder por la espada.
En la de rejones del domingo, Hermoso de Mendoza sumó un nuevo éxito. Tres orejas, y con una cuadra muy joven el estellés brilló a gran altura. Andy Cartagena cortó una.