El Faro | Miércoles 22 de octubre de 2014
Más de lo mismo en los dos festejos celebrados el pasado fin de semana en el popular barrio de El Gorronal de Collado Villalba en sus fiestas de San José Obrero. En esta ocasión, todavía de menor relieve que otras veces, ya que se trataba de dos espectáculos menores y en el festival no había nombres con tirón popular.
Caben destacar las actuaciones del novillero residente en Collado Villalba Eduardo Pereira y del becerrista serrano David Martín, que hicieron lo más destacado de los dos festejos celebrados.
Lo más atractivo del serial vino el domingo 3 con la inclusión del becerrista de Galapagar David Martín. Hasta el coso portátil se acercaron a verle algunos rostros conocidos de su familia, como Victorino o Adolfo Martín. La pequeña plaza se cubrió en un tercio de aforo, pero se respiró cierto ambiente por la presencia del chaval. Desde luego que David no defraudó y puso todo de su parte, expuso mucho y se quedó muy quieto llegando a sufrir varias volteretas sin consecuencias. No se arrugó ante dos becerros mansos de Pilar y Tomás Entero, que una vez más se cargaron el espectáculo.
La mansedumbre, el genio, el descastamiento de los novillos fue galopante y más parecían tratarse de cochinos de cebadero por lo mansos que estaban. Fue una dura papeleta para los tres jóvenes que se estrellaron con este material tan deslucido de Entero, que quizá al año siguiente, o al otro, volverá a lidiar en El Gorronal.
David Martín cortó la oreja del sexto y mostró tener valor sereno, aunque deberá ir adquiriendo más oficio en sus futuros compromisos, aunque atragantones como este sería bueno evitarlos para el bien de su carrera, ya que se le vislumbran condiciones.
El matador de toros Palomo Linares fue silenciado en sus dos oponentes. Sorteó dos erales bastos y muy broncos que no se lo pusieron nada fácil al espada. Tiró de oficio para solventar las complicaciones, pero con todo también fue achuchado y volteado. Mientras que el novillero sin picadores Eduardo Pereira se mostró con algo más rodado. Sorteó el novillo más fácil y manejable del sexteto, el quinto, donde consiguió los mejores momentos del festival toreando sobre ambas manos con quietud y temple. Pinchó en este y cortó una oreja en su primero.
Este ciclo se completó el sábado 2 de mayo con una novillada sin caballos donde hicieron el paseíllo Juan Cervera, Sergio Sánchez y Eduardo Pereira, que volvió a gustar y a estar a muy buen nivel.