Editorial

Crisis económica, empleo y soluciones: la necesidad de un acuerdo entre todos los agentes implicados

El Faro | Miércoles 22 de octubre de 2014
Resulta difícil no hablar de economía en estos tiempos, y no sólo de las grandes cifras, sino de la economía real que afecta a diario a millones de españoles acorralados por la crisis, hasta el punto de que el paro se ha convertido en su principal preocupación, con porcentajes desconocidos hasta ahora. Este fue también el tema que centró el segundo de Los Desayunos de El Faro del Guadarrama, con notables discrepancias entre algunos de los participantes, pero también con un mensaje común: la necesaria colaboración de todos para salir de esta situación que el propio alcalde de Torrelodones calificó como “anómala”. El regidor de Galapagar también apeló al optimismo, aunque matizó que no hay que confundir a un optimista con un iluso. Ante la crisis, las recetas son dispares, desde aumentar el gasto público hasta la reducción de impuestos y la reforma laboral. Desde luego que no parece fácil llegar a un entendimiento, pero ahora, más que nunca, el esfuerzo es imprescindible para superar estos complicados momentos. Por su parte, los empresarios (representados a través de los presidentes de ADEC y ACEG) insistieron en la importancia de reivindicar el papel de las pymes y de los comerciantes como verdaderos motores de la actividad económica y la creación de empleo estable y de calidad, algo en lo que coincidieron con el secretario general de Comisiones Obreras en la comarca. También encontraron un punto en común en exigir la reforma de la justicia, con el fin de agilizar unos procedimientos que, tal como se desarrollan actualmente, no hacen si no agravar la injusticia y el perjuicio para los afectados por impagos. A pesar de que la situación es difícil, los ayuntamientos -para los que no puede esperar más la mejora de la financiación local-, como las comunidades y el propio Gobierno central, han de asegurar a las pequeñas y medianas empresas que los pagos se llevarán a cabo cumpliendo con los plazos marcados por la ley, porque de lo contrario profundizaríamos en una herida que provocará una intensa cadena de daños colaterales.