Editorial

Prioridades

El Faro | Miércoles 22 de octubre de 2014
El lunes se presentará en Madrid el cuarto Festival Internacional de Jazz de Villalba, Viajazz, una cita que en esta ocasión se presenta con un presupuesto millonario y las dudas acerca de su rentabilidad (como ocurre por otra parte con la clásica ciclista) para una ciudad que tiene numerosas carencias en otros apartados y, desde luego, también en el cultural. Para empezar, parece que hay una clara desproporción entre las altas miras de este evento y las posibilidades y necesidades del municipio.

Sirva como ejemplo el de El Ejido, donde estaban anunciados los Rolling Stones, que finalmente no estarán por la enfermedad de uno de sus integrantes. ¿Necesita la localidad almeriense un concierto de Mick Jagger y demás? La respuesta parece clara, y, por analogía, no debe ser muy distinta de la que buena parte de los villalbinos darían respecto a Viajazz. No se trata de poner en duda la valía de los artistas, sino de dar los pasos adecuados y no entrar en una espiral de incierto final. Quizá hubiera sido más conveniente consolidar una cita cuyo punto débil aún es la afluencia de público que tirar la casa por la ventana de esta manera (esta vez, Bob Dylan y B. B. King, y el próximo año ¿qué?), con un presupuesto que, para cinco días, supera con creces lo que reciben algunas áreas municipales durante todo el año.