Luces y sombras
Manuel J. Ortega
El Faro | Miércoles 22 de octubre de 2014
Esperanza Aguirre le ha ganado la primera partida a Rafael Simancas, ambos designados por aclamación de sus respectivos comités electorales, al ser nominada unos días antes que su opositor socialista como candidata a la presidencia de la Comunidad de Madrid en los comicios de mayo de 2007. Cierto es que la actual presidenta del Ejecutivo madrileño partía con ventaja al saber que su candidatura contaba desde hace tiempo con el apoyo incondicional tanto de las bases como de los órganos rectores del PP madrileño, mientras Simancas tenía que superar la reticencia de alguna corriente socialista que veía a Trinidad Jiménez con más gancho electoral que al actual secretario general del PSM-PSOE. Pero al final se disiparon las dudas y Rafael Simancas ha logrado algo que hasta hace muy poco parecía imposible: ser elegido, por tercera vez consecutiva, candidato a la presidencia del Gobierno madrileño y, además, por aclamación del Comité Regional de su partido.
Pasando al ámbito de la política local también resulta destacable el madrugón de Izquierda Unida a la hora de nominar a sus candidatos a las alcaldías madrileñas. Así, en nuestra comarca, ya tenemos cabezas de lista en Collado Villalba (Ascensión de las Heras), Alpedrete (Stuart Linares) y Hoyo de Manzanares (José Ramón Mendoza). Mientras Mendoza repite, es actual concejal de Medio Ambiente en Hoyo, De las Heras y Linares tendrán la difícil tarea, caso de ser elegidos, de mejorar la buena gestión realizada por sus antecesores, Tomás Alberich y José María Gil, en estas últimas legislaturas, donde incluso llegaron a asumir importantes responsabilidades de gobierno tras los pactos alcanzados con el PSOE en ambos municipios.
Partido Popular y Partido Socialista, por el contrario, parecen tomárselo con más calma y dejarán para después del verano la proclamación de sus candidatos, bien a través de la pertinente convocatoria de elecciones primarias, bien por simple designación de sus comités electorales. Obviamente, la mayoría de los actuales alcaldes, al margen de las siglas que representen, parecen contar con todas las bendiciones de los órganos de dirección de sus respectivos partidos para que se presenten a la reelección. Los de nuevo cuño, al menos en el PP y en municipios de más de 20.000 habitantes, harán su presentación en sociedad el día 30 de noviembre.
Finalmente, también hemos de hacer mención de las candidaturas independientes, una incógnita a despejar cada cuatro años, pero que a tenor de los comentarios que hemos oído últimamente, van a volver a capitalizar el protagonismo de ese amplio y cada vez más interesante espectro electoral (los ciudadanos confían cada vez más en los candidatos que están desvinculados de los grandes partidos nacionales), y pueden deparar algunas sorpresas en los resultados de los próximos comicios si se cumplen los pronósticos sobre el incremento de aspirantes independientes a la acreditación de edil. Evidentemente, hay grupos consolidados, caso de ADEI en Collado Villalba, que gracias a una oposición valiente y crítica durante tres largos años con la gestión del Ejecutivo socialista, abriga fundadas esperanzas de aumentar su representación en una corporación que pasará de 21 a 25 concejales. Sí les podemos adelantar que Alberto Sánchez, actual edil de esta formación, va a liderar una candidatura que estará compuesta por personas sin pasado político y jóvenes procedentes de distintas capas sociales cuyo objetivo será recuperar la calidad de vida de una ciudad que, en los últimos años, ha perdido sus señas de identidad para convertirse en una urbe incomoda, insegura y estresante.
Y dejando a un lado todos estos movimientos preelectorales pero sin salirnos de la política, es justo dedicarle unas líneas al tema estrella del pleno celebrado el pasado jueves en el Ayuntamiento de Collado Villalba, donde los ediles socialistas Juan Concepción y José Antonio Gómez Sierra, ante la ausencia del alcalde, tuvieron que salir al ruedo para lidiar las incómodas preguntadas presentadas por el portavoz popular, Julio Henche, sobre los criterios seguidos por este Ejecutivo a la hora de insertar publicidad en los medios de comunicación local; sobre el conocimiento por parte del Equipo de Gobierno de la existencia de relaciones mercantiles o societarias de algunas empresas de comunicación con empresas constructoras que han sido adjudicatarias de obras por parte del Ayuntamiento o sobre otras adjudicaciones a empresas dedicadas a la organización de eventos musicales, culturales y deportivos. El espectáculo estaba servido y sus confusos protagonistas, Concepción y Sierra, bastante hicieron con irse al rincón del cuadrilátero para protegerse del K.O. El responsable de Urbanismo, que presume de tener muchas tablas en este tipo de debates, se mantuvo a la defensiva y sus respuestas vacilantes y confusas no consiguieron convencer a nadie, sobre todo a la hora de negar las relaciones del Consistorio y de su propia concejalía con las empresas propietarias de algunos medios. Julio Henche sorprendió a todos con su verbo fácil, metió el dedo donde más le dolía al grupo socialista y les acusó de mentir (“No me digan que no conocen a los directivos de estos medios, porque están comiendo con ellos a menudo y jugando al mus; no nos tomen por tontos”), y terminó su intervención con un nuevo reproche a Gómez Sierra: “Para lo que me ha dicho, mejor que no me hubiera contestado nada”. El portavoz del PP sorprendió a todos al aceptar el cuerpo a cuerpo que algunos de sus compañeros de partido le venían pidiendo desde hace tiempo y aprobó este primer examen con un notable alto. Por delante le quedan aún 11 meses e importantes debates (dentro de los absurdos límites fijados por el Ejecutivo villalbino en el apartado de intervenciones de los grupos de la oposición en las sesiones plenarias), para llegar a ese final de curso donde la nota definitiva la pondrán los electores.
No obstante, el tema de las relaciones entre este Ayuntamiento y las empresas propietarias de algunos medios parece que no ha hecho más que comenzar, ya que el grupo parlamentario popular en la Asamblea de Madrid ha pedido a la Cámara de Cuentas la fiscalización de los gastos en publicidad realizados por el Ejecutivo villalbino en los últimos años.