FÚTBOL / Tercera División Grupo VII – 35ª Jornada
Los amarillos, en su peor partido, no tiraron a puerta, se desfondaron física y anímicamente y fueron bailados por un filial que no necesitó pisar el acelerador
JAIME FRESNO | Miércoles 22 de octubre de 2014
El peso de una temporada cruel cayó sobre el CUC Villalba, un equipo que perdió ante el Getafe B el único sostén de su imagen: la actitud y las ganas. Este año se han encajado goleadas mayores, como el 0-7 ante el Pinto, pero hasta ahora el equipo siempre había tirado a puerta y encontrado su momento en los partidos. Ante el filial azulón todo fue un desastre. Tras un primer cuarto de hora decente, marcado por el equilibrio, el tanto de Bedoya para el 0-1 a los 18 minutos dio paso a un calvario para la afición local. El CUC Villalba era un guiñapo que apenas presionaba y que, con el balón, ni tan siquiera era capaz de probar a los centrales forasteros. El doble pivote en el medio que formaron Richi y Escassi se bastó para frenar las tímidas acometidas amarillas. En el otro lado, el Getafe B poco a poco descubrió varias autopistas, sobre todo por el lado izquierdo. Allí, Erik, habitual central, sufrió un auténtico suplicio como lateral, demarcación a la que le mandó Fernando Sánchez en un intento desesperado por tapar una de las rémoras de la zaga villalbina en lo que va de Liga. Llegado el intermedio, el entrenador asumió el error y mandó al canterano a la caseta. Pero, por encima de problemas concretos, estuvo el rendimiento colectivo. Lastrado por el déficit de actitud, el Villalba se hizo largo. Jugó en 60 metros, sin juntar las líneas, y abonó una inmensa pradera para jugar a los buenos futbolistas que posee el Getafe B de medio campo para arriba. La segunda parte acentuó estos problemas, pues además, el Getafe B, imprimió una marcha más. Nené, Palencia y Bedoya martillearon una y otra vez a una defensa amarilla en la que, para colmo, actuaba De Loma lesionado, agotados como estaban los cambios. El Getafe B alcanzó con facilidad el 0-5 y eso que Emilio Ferreras decidió reservar a su goleador titular, Javi Robledo. Alberto lo suplió con dos goles a quemarropa que escenificaron la visión más cruel del partido: cuando un interior getafense centraba desde un costado veía hasta tres compañeros señalando, solos, el desmarque a mano alzada, sin oposición alguna. Un ejemplo de hasta qué punto quedó roto un Villalba que parece apuntar a un calvario de aquí a final de Liga. Al menos, descansa en la jornada de Jueves Santo.
CUC VILLALBA: Roberto; Erik (Quique Casado, 46’), De Loma, Dani, Cabrera; Guillermo; Prada (Plaza, 46’), Ángel, Diego Aragoneses, César; y Mendi (Javi Muñoz, 61’).
GETAFE B: Basilio; Toribio, Ferrer, Stefan, Samuel; Richi (Sergio Vázquez, 53’), Escassi (Matías, 65’); Palencia, Bedoya, Nené; y Javi Robledo (Alberto, 59’)
ÁRBITRO: Rodríguez Ruiz (2). Buen arbitraje. Amarillas al villalbino Plaza y al jugador del Getafe B, Escassi.
GOLES: 0-1, (18’), Bedoya. 0-2, (27’), Javi Robledo. 0-3, (51’), Nené. 0-4, (64’), Alberto. 0-5, (74’), Alberto.
INCIDENCIAS: Unos 150 espectadores en la Ciudad Deportiva.