La Plataforma de Vecinos pone a ‘viajar’ más de mil libros

Del 12 de abril al 12 de mayo se encuentra en la calle un libro metido en una bolsa no es que lo haya perdido alguien. Se lo puede llevar y leerlo tranquilamente. Eso sí, después debe dejarlo en otro lugar donde otra persona lo pueda recoger, y así hasta que el libro aguante. La iniciativa ha partido de la Plataforma de Vecinos de Galapagar (PdeVG), que ha puesto en marcha el proyecto cultural y de integración Los libros viajeros, con el que se pretenden sacar los libros a las calles, convirtiendo estas en una biblioteca abierta a todos los ciudadanos.

Si En palabras del portavoz de este grupo y concejal de Urbanismo en el Ayuntamiento, Luis Remacha, “pretendemos acercar la lectura a todos”. La iniciativa fue presentada esta semana por los miembros de PdeVG, quienes explicaron que”van a poner a viajar mil libros por las calles de Galapagar”, con el objetivo final de “fomentar la lectura y favorecer la integración de las culturas que componen nuestra sociedad”, además de unirse a la celebración del Día del Libro. De este modo, durante un mes se van a distribuir 30 ejemplares cada día en lugares donde la gente pueda cogerlos y leerlos, para después volverlos a dejar en otro punto, que puede ser del municipio o de cualquier otra ciudad de España, de manera que otra persona disfrute de su lectura. Además, el 23 de abril, Día del Libro, serán 100 los ejemplares que se pongan en circulación.

Equipaje
Para que en el viaje el libro no sufra, irá envuelto en una bolsa de plástico, que permita ver su título y el idioma en el que está escrito, con una pegatina removible para volver a introducirlo en la bolsa. Irá acompañado de una carta en el que se pide al lector que para conocer los lugares por donde ha viajado se escriba el nombre, la fecha y el punto concreto donde se ha dejado. Se trata de confeccionar un cuaderno de bitácora de cada ejemplar. La temática es muy variada, ya que, según explicaba Remacha, los ejemplares “han salido de las casas de los miembros y amigos de la Plataforma”. Además, hay libros para todas las edades y también en diferentes idiomas, ya que se ha querido que los vecinos procedentes de otros países puedan participar de la iniciativa.

Para ello, este grupo ha contactado con embajadas y centros culturales de 17 países, así como con el Instituto Cervantes de Casablanca (Marruecos), organismos que han colaborado con la donación de libros en sus correspondiente idiomas. Según señala Carmen, docente que colabora con la iniciativa, es “el primer proyecto pensado para llegar a toda la población. A poco que rueden estos libros durante un mes o un año serán muchos vecinos los que habrán leído un libro. Es interesante, ya que las generaciones actuales tienen la lectura un poco abandonada”.