El bonito y buen novillo “Cantorralero”, de Hermanos González
ALFREDO FERNÁNDEZ | Miércoles 22 de octubre de 2014
La feria de Alpedrete comenzó el viernes 19 de mayo, con la encerrona en solitario del novillero José María Lázaro con seis utreros de “Antoñete”. No fue mucho público, un tercio de plaza, para presenciar la actuación de este novillero que pechó con seis infames moruchos del gran maestro madrileño. Los novillos resultaron inválidos, descastados, mansos y rajados, y así Lázaro apenas pudo brillar. Dejó voluntad, siendo silenciado en tres novillos y cortando tres benévolas orejas a los otros tres por mostrar voluntad y deseos.
Al día siguiente, el sábado 20, se lidió otra novillada con el hierro de Adolfo Rodríguez, que ofreció un comportamiento desigual. Lo más notable del festejo y de la feria lo protagonizó el novillero Eugenio Pérez, no ya por cortar dos orejas del quinto, sino por mostrar buenas condiciones. Javier Herrero debutó con picadores, mostrándose valeroso y decidido, aunque lógicamente está nuevo y tiene mucho que pulir. Por su parte, Tomás Zurano ofreció una pobre imagen y fue silenciado en su lote.
La feria se cerró el domingo 21, con una novillada concurso de ganaderías con hierros de la zona. Los diestros estuvieron en un nivel bajo.
El primero de Hermanos Pérez Villena cumplió bien en varas y llegó la muleta blandeando, sin humillar y sin desplazarse nada de nada por ningún pitón. Rafael Ayuso estuvo breve en un trasteo pulcro y aseado. En segunda posición salió un chico novillo de Javier Gallego, derrengado y que no podía con su alma. Pronto buscó las tablas para rajarse. López Díaz lo intentó, pero el pobre novillo entraba andando.
El utrero lidiado en tercer lugar fue para Felipe Navas y aunque era terciadito estaba bien hecho. Tomó tres varas, si bien se repuchó algo en la última. En la muleta tuvo pies, transmisión y movilidad, aunque a veces con algo de genio. Pedro Carrero no se entendió con él y le desbordó en varias ocasiones . Aunque el animal tenía ese defecto, lo cierto es que atesoraba otras buenas virtudes, y es que cuando Carrero le bajó la mano, le llevó toreado por abajo y le pudo, el de Navas respondió muy bien y humilló. Fue la única tanda conseguida por el novillero, ya que luego se vio a la deriva y sin acoplarse. Novillo para poder y someter, cosa que Carrero apenas hizo. Mató mal y el novillo fue ovacionado en el arrastre. Otra ganadería con buenos productos de esta zona. El cuarto fue el novillo de Hermanos González, dicho de paso uno de los mejores hierros de la comarca. “Cantorralero” fue el mejor presentado, el más cuajado de los seis y el que lució dos generosos y limpios pitones. Salió codicioso, se empleó abajo en el peto y llegó alegre, fijo,noble y enclasado al último tercio. Con un poquito más de chispa hubiera sido aún mejor. Rafael Ayuso le debió dar más distancia, porque el novillo se venía, y ponerle la muleta adelante y no atrás. Ayuso sacó oficio y técnica para luego matar francamente mal. Al parecer, la ganadería triunfadora en este festejo lidiará el próximo año en Alpedrete. Hace ya tres años, cuando la feria la organizó la Comisión de Festejos de manera ejemplar, esta ganadería triunfó por todo lo alto.
El novillo de Hermanos Achas resultó complicado y llegó topando al último tercio. También es cierto que tuvo la desdicha de encontrase con López Díaz, que dio un sainete gordo con él, ya que ni se quedó quieto ni supo qué hacer.
El sexto de “El Retamar” presentaba grandes sospechas de haber pasado por el barbero y resultó invalido, manso en varas y rápidamente se fue a las tablas para renunciar a toda pelea, donde allí tuvo un pase. Pedro Carrero no pudo hacer nada, pero un soberano espadazo le valió un trofeo. El público no se divirtió y menos mal que salvaron el festejo los novillos de Hermanos González y de Navas.
Novillada Concurso de Ganaderías
Domingo, 21 de Mayo de 2006
Más de media plaza. Novillos de: Hermanos Pérez Villena, (terciado), flojo y descastado; Javier Gallego, (chico), inválido, manso y rajado; Felipe Navas, (bonito), con movilidad y transmisión; Hermanos González, (bien presentado), alegre y con clase; Hnos “Achas”,( gordo y justo de cara); complicado y “El Retamar”, (sospechoso de pitones), descastado y rajado. Rafael Ayuso, silencio en ambos; López Díaz, silencio los dos de su lote; y Pedro Carrero, silencio y oreja. Resultó premiado el novillo “Cantorralero", número 25, de Hnos González.