El Faro | Miércoles 22 de octubre de 2014
El toreo de Morante de la Puebla es genial. No se explica. Cuando lo ve claro, es de epopeya. Inconmensurable. El de la Puebla lo bordó en Vistalegre. Llenó la plaza de torería y se metió al público en el bolsillo. Hervía la plaza puesta en pie. Lo mejor de la tarde llevó su firma, ante un novillo manejable de “La Campana” que ayudó al torero sevillano. El saludo de capa fue de primor, así como dos pares de banderillas de gran pureza y exposición. La faena fue muy rica, de mucho contenido y con momentos de tremenda inspiración que hicieron las delicias del público. Hubo toreo amorantado del bueno, de arte, pellizco y de la personalidad barroca que sabe interpretar este torero como ninguno.
Festival benéfico - Adrián Gómez
Domingo, 1 de marzo de 2009
Lleno de “No hay billetes”. Novillos, por este orden, de: Carmen Lorenzo (manso y manejable); Victoriano del Río (deslucido por el
pitón izquierdo y más potable por el derecho); “El Ventorrillo” (muy cuajado y fuerte; bueno y noble); Enrique Ponce (terciado, flojo y deslucido); “La Campana” (bonito, muy potable
y con ritmo); Daniel Ruiz (terciado y parado)
y Guadalmena (manejable pero sin clase).
El rejoneador Diego Ventura, dos orejas; “Joselito”, dos orejas; “El Fundi”, dos orejas; Enrique Ponce, oreja; Morante de la Puebla, dos orejas; Julián López “El Juli”, dos orejas;
y el novillero Christian Escribano, oreja.