El Faro | Miércoles 22 de octubre de 2014
“Los comerciantes de la calle Real están preocupados por el futuro de sus negocios después de saber que el Ayuntamiento ha incluido la remodelación de esta vía en el ‘Plan Zapatero’. La expectativa se centra ahora en conocer el proyecto, saber a qué empresa se lo van a adjudicar y por cuánto tiempo. Después -dice uno de los afectados-, lo único que nos queda es rezar para que no se repita lo de Honorio Lozano y Batalla de Bailén, cuya zona comercial parece haber sido víctima de un tsunami”, dice Lobocojo.
“La situación económica de las arcas municipales es cada vez más preocupante. Los pocos proveedores que aún le siguen dando crédito al Ayuntamiento empiezan a restringir el volumen de los pedidos e, incluso, se rumorea que una empresa de seguros se ha negado a renovar las pólizas porque aún no han pagado los recibos del año pasado. Me cuesta creer que, por ejemplo, los vehículos de propiedad municipal circulen sin el seguro obligatorio. La investigación está abierta y la próxima semana les seguiremos informando sobre este tema tan delicado”, dice nuestro personaje.
“Y ajeno a todas estas preocupaciones, JP sigue haciendo amigos. Tras el despido de cinco trabajadores municipales, profesores de los programas de Garantía Social, lo que ha dado lugar a varias concentraciones de repulsa, al alcalde solo se le ha ocurrido decir que los promotores de estas manifestaciones ‘se van a enterar’ y que a los socialistas que han participado en ellas les va a abrir un expediente de expulsión del partido. Pues como cumpla sus amenazas, en el PSOE de Villalba se va a quedar él, alguno de sus ediles incondicionales (los de su guardia pretoriana), Ruth Porta y el Benedicto. Y con los carnavales a la vuelta de la esquina, les recomiendo que no se pierdan el tradicional desfile, porque puede servir tanto para conocer lo que piensan nuestros vecinos de la crisis como también de cómo están las cosas en el ámbito político”.