Comunidad de Madrid

Aguirre recibe la Medalla de Oro del Senado y asiste a la presentación de su retrato oficial

El presidente del Senado, Javier Rojo, con la jefa del Ejecutivo autonómico, Esperanza Aguirre, en la presentación de su retrato oficial (Foto: C. Madrid)
El Faro | Miércoles 22 de octubre de 2014
En plena crisis del Partido Popular por el escándalo de corrupción, que de momento se ha saldado con la dimisión del alcalde de Boadilla del Monte y del consejero de Deportes de la Comunidad, la Presidenta regional, Esperanza Aguirre, ha destacado la importancia del Senado como institución de representación territorial y de control al Gobierno, durante la entrega de la Medalla de Oro del Senado, máxima distinción de esta institución, y la presentación de su retrato oficial, el primero de una mujer de la Galería de Retratos de Presidentes de la Cámara Alta. Aguirre ha recibido la distinción de manos de su actual presidente, Javier Rojo, tras firmar en el libro de honor. La decisión de conceder a la Presidenta este distintivo, que se otorga a los ex presidentes de esta institución, fue por unanimidad de la Mesa de la Cámara Alta en 2002. Aguirre, que presidió este órgano durante casi cuatro años -entre febrero de 1999 y octubre de 2002-, ha expresado su agradecimiento por la colocación de su retrato en la galería de cuadros de ex presidentes del Senado.

También se ha referido al hecho de que es la primera mujer que se une a la sucesión de innumerables varones que han presidido esta Cámara, y ha recordado que le pasó lo mismo en el Ministerio de Educación cuando colgaron su cuadro en aquella galería de ex ministros en la que había decenas de hombres y ella era la primera mujer.

El retrato de Aguirre, pintado por Pedro de Oriol, es el número 36 de los que cuelgan de la Galería, que inauguran los presidentes del Estamento de Próceres, como se llamó la Cámara Alta entre 1834 y 1837, cuando la Constitución promulgada ese año recogió su actual nombre. El primer presidente fue Francisco Javier Castaños, duque de Bailén, que simboliza la resistencia frente a la invasión napoleónica.