Opinión

Atentados contra la naturaleza

El mirador

Emilia Zaragoza

El Faro | Miércoles 22 de octubre de 2014
Si la naturaleza pudiera hablar muchas veces nos insultaría, no sin razón. El pasado domingo, paseando por los alrededores del ambulatorio de la zona de la Estación de Collado Villalba, pude volver a comprobar que muchas personas no están preparadas para subsistir en la naturaleza.

Enajenación
Una, visto los destrozos realizados en esta zona y en el pequeño parque de Los Aromas, espera que sus autores no sean conscientes de sus actos, que algún tipo de enajenación mental producida por el alcohol o cualquier otra sustancia alucinógena les haga tener ese comportamiento, porque de lo contrario resulta difícil entender el comportamiento de estos energúmenos que actúan contra árboles, plantas, flores y el resto del mobiliario público, con nocturnidad y alevosía, dejando su inconfundible huella con el sembrado ya tradicional de botellas de refrescos y de bebidas alcohólicas, papeles, bolsas de plástico, restos de comida, etc.

Agresión al municipio
Ensuciar y maltratar los jardines y los árboles de nuestros parques públicos es una agresión al municipio, pues por encima de la importancia que pueda tener la mayor o menor belleza de estas zonas verdes, está al respeto al resto del colectivo de ciudadanos que a fin de cuentas son los que vía impuestos hacen posible la existencia unas instalaciones diseñadas para que los villalbinos podamos disfrutar del ocio y del recreo. ¡Qué pena de gente!