Opinión

El Canal hace negocio en Villalba

Respaldo de la Iglesia a la Obra de El Escorial - El mal ejemplo de Loeches

Manuel J. Ortega

El Faro | Miércoles 22 de octubre de 2014
De los 12 millones de euros que el alcalde de Collado Villalba, José Pablo González, había anunciado que iban a ingresar las arcas municipales villalbinas tras la sentencia dictada por el Juzgado de lo Contencioso-Administrativo de Madrid que condenaba al Canal de Isabel II a reembolsar a este Consistorio la totalidad de la facturación correspondiente a la gestión del servicio de distribución desde el año 1985 (ver El Faro del Guadarrama del pasado 3 de octubre), tras el convenio firmado el pasado fin de semana entre el Ayuntamiento y la empresa pública se puede decir que todo el gozo se ha quedado en el pozo (de agua, por supuesto).

El Canal, según recoge el citado convenio, cifra la deuda con este municipio en 7 millones de euros, que abonará en dos partes (febrero y junio de este año), pero cuantifica la deuda municipal por el servicio de mantenimiento de la red y construcción de infraestructuras durante el mismo periodo de tiempo en 12,6 millones de euros, que en lugar de reclamarlos se conforma con amortizarlos durante los 25 años de vigencia del contrato, lo que les permitirá seguir administrando los recursos hídricos de este municipio. Caso que el Consistorio rompiera el mismo, la empresa pública le exigiría la devolución de la parte proporcional que el Canal aún no hubiera recuperado. Dado que este convenio debilita la estrategia de los dirigentes socialistas ante la más que posible privatización del Canal, sobre todo si tenemos en cuenta que Collado Villalba es uno de los principales municipios del PSM, sólo se entiende la firma de este convenio en la urgencia que tiene el Ayuntamiento de Collado Villalba de hacer caja por cualquier concepto. Los siete millones cash, como dijo González la semana pasada, están bastante lejos de la cifra anunciada por el regidor villalbino el pasado mes de octubre y tendrán como condicionante la cláusula que hipoteca la independencia de este municipio en la administración de sus servicios hídricos durante los próximos 25 años.

Aún con la resaca del fin de semana, descolgué el teléfono a primera hora de la mañana del lunes. Al otro lado estaba Pedro Besari, portavoz de la Fundación Virgen de los Dolores, haciéndome saber la buena nueva sobre el reconocimiento litúrgico por parte del Arzobispado de Madrid de la Obra de la Virgen de El Escorial. Besari no podía ocultar su satisfacción cuando me daba esta noticia -creo que él ya lo intuía desde hace tiempo, aunque mostrase cierta cautela-, y así lo aprecíamos cuando hace un par de meses tuvimos ocasión de visitar la residencia que tiene esta fundación en El Escorial. La autorización por parte del cardenal, Antonio María Rouco Varela, para que en la finca de Prado Nuevo se celebre, a partir de ahora, todos los primeros sábados de mes la Santa Misa, supone un respaldo muy importante para la Obra y también para los miles de peregrinos que desde hace más de 25 años se dan cita en este prado que el 14 de junio de 1981 fue escenario de la presunta primera aparición de la Virgen a Amparo Cuevas, hecho que motivaría posteriormente el nacimiento de la Obra de El Escorial, protagonista de una labor social que, entre otras muchas actividades, destaca por la atención sin ánimo de lucro de las personas necesitadas (sobre todo ancianos) en sus residencias de Griñón (Madrid), Torralba de Moral (Soria), Peñaranda de Duero (Burgos), El Escorial y que, también a corto plazo, tiene previsto construir otra nueva en Pesebre (Albacete), pueblo natal de Amparo Cuevas, y una ermita o santuario en Prado Nuevo, tal como al parecer pidió la Virgen en una de sus apariciones, lo que a corto o medio plazo puede facilitar la conversión de esta finca en un foco espiritual de primera magnitud. La lucha de Pedro Besari y de sus compañeros de Fundación para poner fin al rosario de descalificaciones recibidas, entre ellas las que les tildaban de sectarios y defraudadores, parece un hecho. La Iglesia acaba de otorgarles el reconocimiento que en silencio y se han ganado. Enhorabuena.

La amenaza del constructor José María Solis de prenderse fuego a lo bonzo ante el Ayuntamiento de Loeches porque éste le adeudaba más de 400.000 euros fue una de las noticias de actualidad de la semana. El alcalde de esta localidad, el socialista Pedro Díaz, prometió pagar a Solis 160.000 euros antes de una semana si deponía su actitud, pero ahora dice que no le dará ni un céntimo hasta que arregle las deficiencias de la obra. ¿Estamos otra vez más ante las justificaciones del mal pagador? Otra cosa no cabe, sobre todo cuando nos consta que el regidor conoce perfectamente que la morosidad en el pago por parte del Ayuntamiento ha provocado el despido de 20 trabajadores y ha hecho quebrar a la empresa. Me temo que pronto habrá más casos como este y también creo que algunos alcaldes se lo seguirán tomando a cachondeo.